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Lugar de encuentro. En un mundo donde cada vez hay mas pasajeros y menos viajeros. Todas las fotografías de este blog pertenecen a su autor, menos aquellas que así lo indican.

2.28.2007

The Found Photo Album 5


Hace tiempo que colecciono cámaras antiguas, las que mas me interesan son la Kodak Brownie, esas cuadradas de caja de madera, las que acuñaron el famoso slogan “You Press The Button We Do The Rest” (Usted apriete el botón que nosotros hacemos el resto). Te entregaban la cámara con el rollo en el interior, tomabas las instantáneas, y llevabas la cámara al laboratorio, allí te daban otra mientras revelaban tus copias.

Durante años me cruzaba en el camino con una relojería barcelonesa que tenía en el escaparate varios relojes antiguos y varias viejas cámaras fotográficas. Un día se me ocurrió entrar a preguntar si eran de adorno o si las vendían. El relojero muy amable, me dijo que eran de un amigo y que le preguntaría si quería vender alguna y el precio. Semanas mas tarde pasé a confirmar y conseguí que me vendiera esta preciosa Brownie Hawkeye, un modelo Brownie muy moderno, de finales de los años cuarenta, que ya no era de madera sino de baquelita -el primer plástico inventado en 1909-. Así que me fui a casa muy contento con mi “ojo de lince”.


No me interesan las cámaras solo como decoración, sino para poder utilizarlas, esta funcionaba perfectamente, pero al desmontarla encontré que tenía un rollo de película en el interior. Lo guardé.

Ese rollo estuvo unos años mas en un cajón de mi laboratorio hasta que un día, después de revelar otras películas, aproveché los mismos líquidos para ponerlo. No conocía ese tipo de película, probablemente dejada de fabricar hace mucho por la casa AGFA, así que sin tiempo de revelado, ni instrucciones, lo hice a ojo.


Gran sorpresa! tras lavar y secar la película, el rollo estaba casi completamente blanco -es decir velado- y una parte negra, -es decir sin exponer-, pero había un par de fotogramas visibles. En uno se veía el interior de una casa, -con muebles como los de casa de mi abuela para entendernos- y una señora de negro, como era un interior poco iluminado no había casi detalle, pero la siguiente era un exterior bien iluminado y no hace falta contar mas porque ustedes mismos pueden ver la joya de mi colección The Found Photo.

Lástima que un perro en un jardín no nos de muchas pistas de la época en que se tomó. Pero no duden ustedes que esa imagen estuvo en estado latente durante mucho tiempo.

Si quieren comprar alguna y probar suerte pinchen aquí.

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2.25.2007

The Found Photo Album 4


El grueso del proyecto “Found Photo” es una serie de cajas con negativos de cristal de primeros del siglo pasado.
Un amigo los encontró tirados en un container, y cuando él llegó ya hacía rato que la gente se llevaba cosas. Supongo que como sucede muchas veces, muerto el abuelo o el familiar lejano, la familia está mas preocupada en vaciar el piso para venderlo que cualquier elemento del contenido, y lo negativos es algo que muchas veces no se tienen en cuenta.



En este caso hasta las cajas originales son una preciosidad, con el material se puede reconstruir parte de la vida vacacional y de ocio del fotógrafo aficionado y los suyos.
Hoy realizaremos un ejercicio de estilo, -vamos a llamarlo así-, olvidando que no encuentro los contactos que realicé de lo mas interesante del material. Como si de una de las desaparecidas Maravillas del Mundo se tratase, pensaremos en El Coloso de Rodas, Los Jardines de Babilonia, el Faro de Alejandría y estas fotografías por las crónicas de los que las recuerdan o lo que leyeron de ellas.

El aficionado era un hombre adinerado que tomaba fotografías de todos sus momentos de relax. Practicaban el esquí alpino y caminaban por las montañas nevadas. Veraneaban en Cadaqués, -en aquellos momentos sin apenas edificios y con muchos árboles-, un pescador los llevaba a pasear por las rocas de la costa en su barca. Tenían unos divertidos bañadores de cuerpo entero y tomaban el sol junto a unas casetas de telas a rayas. Asistieron a la inauguración de Palacio Nacional de Montjuïc cuando la Exposición Universal de Barcelona en 1929. Les encantaba el jockey sobre hierba y fotografiaban tanto a los equipos como los partidos.
Disponían de modernos automóviles y de motocicletas con los que se desplazaban al campo y al extranjero; retrato frente al hotel Hotel Ambassadeurs de Cannes.
Eran religiosos, fotografiaba figuras de vírgenes e incluso todo el recorrido de una procesión o romería en la montaña. Y gran cantidad de retratos de toda la familia.



En total unos 20 negativos de 9 x 12 cm. Y doce cajas de unos 16 negativos de 6,5 x 9 cm. Así como diverso material de viñeteado -lo que nos hace suponer que el señor positivaba sus copias- y diverso material negativo en película de 6,5 x 9.

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2.21.2007

The Found Photo Album 3


Mi Found Photo Album particular tiene un apartado especial dedicado a los retratos. Niños desconocidos que seguramente crecieron y ya son abuelos, o ni siquiera eso. Personas que salieron un día a pasear y ya no recuerdan ni el momento de la fotografía, ni el nombre de las personas que les acompañaba. Excursiones al campo a liarla y a disfrutar del buen tiempo y la juventud.


Risas y expresiones congeladas en una 125 porción de segundo, instantes vividos en buena compañía y también en soledad, la soledad de las máquinas fotomatón del metropolitano. Me reí mucho cuando vi por primera vez el film “Amelie” de Jean-Pierre Jeunet (2001), yo ya había comenzado mi particular recolección, supongo que recuerdan al personaje Nino Quincampoix que colecciona fotografías abandonadas en los fotomatones para buscar luego a las personas que aparecen en ellas.



En definitiva se trata de ejercitar el acto de mirar, de obtener placer con la observación de los simples detalles, les recomiendo -si no lo han leido ya- “La cámara lúcida. Nota sobre la Fotografía” (La Chambre claire, 1979) de Roland Barthes.
Con una prosa poética envidiable Barthes nos habla de la trascendencia en el acto de mirar fotografías y sus consecuencias, reflexiones en voz alta, no sobre aspectos artísticos, sino aspectos fundamentales, filosóficos y emocionales; una fotografía constata una existencia.
Se lee en un suspiro, pero su lectura les acompañará durante años.

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2.20.2007

The Found Photo Album 2.


Esta segunda entrega de la serie es un carrete que encontré en la calle en el suelo, perdido u olvidado, la cuestión es que lo llevé a revelar lleno de curiosidad.
El proceso está cargado de morbo, sumergirse por completo en la vida privada de los otros, pero también la curiosidad y el rescate en último extremo de algo que podría haberse perdido para siempre, aunque sus propietarios nunca accedan a él. Curiosidad por la casualidad, ¿tal vez reconozca a alguna de las personas o los lugares que aparecen?.


No se si conocen una novela, creo que se titulaba “La cámara de fotos”; alguien roba una cámara en un barco y al revelar el rollo aparece alguien conocido. O si vieron el film “Smoke” de Wayne Wang y Paul Auster, donde el protagonista Harvey Keitel toma cada día una fotografía frente a su negocio a la misma hora, por supuesto aparece alguien conocido.


Ya ven en esta serie podemos reconstruir parte de su recorrido; llegaron en avión y luego tomaron un autocar, hicieron fotos del cielo desde la ventanilla, viajaban incluso de noche y la cámara parece que no funcionaba muy bien o no eran muy apañados y confeccionaban mesitas de noche con una silla y se iluminaban con una vela.

2.18.2007

The Found Photo Album



El viaje de los otros.

Hace unos cuantos años empecé a guardar todas aquellas fotografías que encontraba en la calle, mas tarde incluso llegué a llevar a revelar al laboratorio carretes perdidos u olvidados por alguien en alguna parte. Barcelona es una ciudad fundamentalmente turística y ya saben que el turista siempre es apresurado y olvidadizo, así que la mayoría de esas imágenes nos muestran el viaje del otro. La colección se fue complementando con fotos encontradas en cajones de casas vacías o mercadillos de segunda mano.


Paralelamente durante los años noventa, yo participaba activamente en muchas convocatorias de MAIL ART o arte postal y un día llegó a casa una carta con una curiosa propuesta; “The Found Photo Album”, para participar solo había que enviar una foto encontrada y los datos del lugar donde había sido hallada, con todo el material editaron un catálogo donde se podían leer cosas como “fotografía encontrada en el bolsillo de un abrigo comprado de segunda mano” .


Así empezó mi trabajo “The Found Photo”, proyecto en curso que permite cualquier tipo de fabulación tipo Paul Auster.
Si alguien tiene información sobre alguno de los lugares o personas que aparecen, por favor comencemos la investigación y la fabulación.

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2.14.2007

Y hoy un juego

Foto a) La isla.

Foto b) La isla 125 días después.


Hoy les propongo un juego.
Es el clásico pasatiempo de buscar las diferencias
entre la foto a y la foto b.

A ver quien es capaz de encontrar las 1500 diferencias en menos tiempo.

2.12.2007

Aeropuertos


Aeropuerto de El Prat. Barcelona.

Este finde le he vuelto a dar vacaciones a Ayla y a Jondalar y los tengo retozando acampados junto a un río, en su viaje de vuelta por las llanuras, así que he aprovechado para leer mi regalo de Reyes, -este año no me puedo quejar al menos he tenido uno-.

Catorze ciutats comptant-hi Brooklyn” (Crema 2004), de Quim Monzó. (Catorce ciudades contando Brooklyn, -El Acantilado 04-). El señor Monzó recoge en este volumen diversos artículos aparecidos en diferentes periódicos barceloneses del año 89 al 2002 y que tienen por común denominador varios viajes a ciudades, realizados en momentos clave de cada país; Bucarest tras la muerte de Chauchescu, Praga tras la proclamación de Vaclav Havel, New York tras el atentado del 11 S, Jerusalén después de la segunda intifada, etc. En otros casos el único motivo del viaje es visitar el aeropuerto, Monzó sostiene que si los periodistas habitualmente pueden realizar sus crónicas en ciudades conflictivas sin salir del hotel, también se puede ver como está un país sin salir de su aeropuerto, así propone como gran motivo para ir a Roma, tomarse un café en el aeropuerto Leonardo da Vinci, o una pasta en el restaurante por supuesto. Visitar las librerías, los bares, las tiendas de souvenirs, y los lavabos es suficiente, eso si observar que hace y que dice la gente, la televisión y los diarios. Con su habitual humor catalán y su aguda percepción de los menores detalles, nos hace reflexionar de cómo somos y como actuamos. También hay una serie de artículos muy interesantes de Monzó como turista en su propia ciudad, recorriendo las diferentes visitas turísticas guiadas y acompañando a los “guiris” en sus recorridos habituales por Barcelona.

En la imagen la última adquisición del aeropuerto del Barcelona; un parque infantil, algo nada habitual en los que yo conozco, tal vez para recalcar el posible tiempo de espera o para imitar alguna ciudad norte europea.


2.10.2007

El maravilloso mundo del circo 3


Circus Universal en el Forum.

Para mi generación que crecimos asistiendo a colosales espectáculos circenses como el Circo de la Ciudad de los Muchachos, el de Charlie Rivel o el Circo Americano de tres pistas, con carpas que ocupaban todo el circulo de la barcelonesa Plaza de Catalunya, estos circos actuales nos parece poco menos que atracciones de feria de barrio, en muchos casos son espectáculos pobres, mediocres y sin sentido, que aprovechan el tirón de algún personaje televisivo. Los animales dan bastante pena y las condiciones laborales del equipo dejan mucho que desear, así el Circ Raluy parece el “último mohicano” de los auténticos circos, intentando reponer un espíritu de emoción, fragilidad, belleza y fantasía, mas que apabullar al público con espectáculos prefabricados y grandilocuentes tipo Cirque du Soleil. La familia Raluy se remonta a los orígenes de la profesión en todos los aspectos, dando una lección de honestidad, suprimiendo todo lo accesorio y danto el máximo posible con los mínimos elementos, es necesario que los niños actuales sepan disfrutar de su propia imaginación sin necesidad de botones y lucecitas, y pueden ver aún una nave espacial en un globo o un hada en una trapecista con paraguas.

2.08.2007

El maravilloso mundo del circo 2


Hace algunos años, a finales del siglo pasado, un amigo fotógrafo tuvo la idea de pedir permiso a la familia Raluy para realizarles unos retratos en su circo-museo. La cosa no era sencilla pues la propuesta incluía la utilización de una vieja cámara alemana de banco óptico, como es bastante grande y ahora no hay película de ese tamaño, se utilizó papel fotográfico como negativo. Así que mi amigo necesitaba colaboradores para transportar y manipular la gran cámara y yo aproveché para hacer el “making off”, es decir eso que tanto me gusta del “como se hizo”.


Y allí pasamos todas las mañanas de una semana entera, el papel fotográfico suele tener 6 ASA y si alguno recuerda esos términos es necesaria mucha luz o estarse muy quietos. Por otro lado la familia Raluy se tenía que equipar previamente con sus uniformes y maquillajes para nosotros porque solo había función de tarde y noche. Así había que convencer al caballo Otello que no se moviera junto a su domadora alemana, durante siete segundos si hacía sol. Los artistas tenían que adoptar poses estáticas relajadas y por supuesto un par de días estuvo nublado, disfrutamos como nadie los días de sol porque el suplicio duraba solo unos segundos.


Así que conocimos personalmente al Lluiset -el payaso blanco-, a su hermano Carles -maestro de ceremonias-, a la hija de Lluis -equilibrista sobre ruedas-, al marido de otra hija -malabarista especialista en bolos y cajas-, y todos los personajes que andaban por allí; la mujer de Carles una señora oriental integrante de una “troupe” de “malabaristas chinos”, el tercer hermano –el forzudo-, y la simpática trapecista madrileña contratada ese año.


La familia de artistas además de realizar cada uno su número, colaboran en los números de los demás, son los acomodadores y también te atienden en el bonito vagón-bar durante el descanso.

Parte del equipo, el señor Lluis con sus nietas y a la derecha la trapecista.

2.07.2007

El maravilloso mundo del circo 1


En la ciudad de Barcelona adivinamos que viene la Navidad cuando en plazas y descampados empiezan a aparecer como setas, todo tipo de circos.

El mas importante y que cumple su cita anual sin falta desde hace una década, es el circo museo de la familia Raluy. Mas de 75 años en la carretera. En otras ocasiones ya les he hablado de los viajes laborales, la familia Raluy vuelve cada final de año a su ciudad y nos recuerda que el circo no solo es su lugar de trabajo, sino su casa y su medio de transporte. Miles de kilómetros cada año.


Es impresionante ver moverse esta caravana a una velocidad de crucero de 60 kilómetros hora, viajan por el mundo entero, una vez al año son contratados en la lejana isla de Reunión en el océano Indico, muy cercana a Madagascar. Desplazarse por pocas fechas es un suplicio, que los mas pequeños de la familia no ven con mucho agrado, pero seguro que cerca o en su propia ciudad han recalado alguna vez, este verano por ejemplo los encontré en Tortosa en plenas fiestas del pueblo.



Los carromatos que utilizan como vivienda son de época, comprados en cualquier lugar del mundo, restaurados y decorados con grandes imágenes de la historia del circo, profesión que dicho sea de paso es ya de otra época, el Circ Raluy es el de toda la vida, dirigido por los hermanos Lluis y Carlos Raluy, donde participan sus mujeres, hijos, hijas, nietas, cuñados y cada año contratan números nuevos; una trapecista, una domadora con caballo, unas focas, este año unos motoristas intrépidos desafiando la gravedad en el interior de una jaula.



Nunca he visto el rostro de Lluis Raluy sin maquillaje, Lluis -Lluiset- hace de payaso blanco y me contaba el año pasado sus problemas con el Ayuntamiento de Barcelona que no permite trabajar con animales, así que las focas se quedaron nadando en la piscina o descansando en el camión frigorífico.


Continuará.

2.05.2007

La pell freda



Después de la temporada de mamuts he dejado a la Ayla de Jean M. Auel con el PAUSE puesto mientras se dirige a “Las llanuras del Tránsito”, para hacer un respiro a mi doloridas manos de sujetar estos enormes ladrillos, me he perdido -una vez mas- por el Atlántico sur, en una pequeña isla semidesierta con faro, de la mano del antropólogo Albert Sánchez Piñol, (Barcelona 1965). “La pell freda” fue su primera novela, uno de esos extraños fenómenos de la literatura catalana, con mas de 125.000 ejemplares vendidos en catalán, mas de 25.000 en castellano y ya traducida a 24 idiomas.
Aquí les dejo unos pocos faros para que se aclimaten, y por favor háganme caso, lean la novela sin leer antes ninguna sinopsis, ningún resumen, “a puerta fría”, y para terminar de redondearlo a ser posible de noche y solos en casa, me lo agradecerán.


“La pell freda” Ed. La Campana 2002.
“La piel fría”. Edhasa 2003.
Y edición de bolsillo; en Quinteto 2006.

2.02.2007

Si hoy es día 2 de febrero toca luna llena


Bueno anoche el calendario current moon y el aspecto era del 100% pero el calendario lunar tiene estas cosas, a las 0.00 ya es día dos, ya lo saben.


Hoy no quiero ponerme poético con el brillo y el influjo de la luna, solo recordar un par de cosas.
La gran mayoría de los astronautas han sido militares y los trabajos realizados allí arriba han sido -y son- secretos, otros muchos no, incluso algunos estudiantes de universidades del país eran llamados a idear posibles experimentos en las sucesivas misiones con gran éxito.


Por otro lado el proyecto Apollo tiene un lado cutre, miren sus ordenadores personales e imaginen como eran los que pusieron hombres en nuestro satélite, trataremos en profundidad ese tema mas adelante.

Ahora piensen que en la luna no hay viento, una pisada humana permanece eterna si un meteorito no logra levantar polvo y la sepulta, pues eso mismo pasa con todos los objetos abandonados en su superficie, todos siguen allí tal como los dejaron. En las fotos pueden ver unos cuantos del Apollo 17, ya saben que es mi misión preferida.