La ciudad de las fuentes.
Uno de los mayores placeres de esta ciudad, sobre todo en verano, es detenerse ante su numerosas y bellas fuentes, y para sorpresa de un barcelonés, que el agua esté fresca y sabrosa. Hay de todo tipo y de todas las épocas, con obelisco egipcio o sin obelisco, barrocas o noucentistas, ninguna te deja indiferente. Por ejemplo la de los leones de Piazza del Popolo o las gemelas de Plaza de San Pedro, la Fontana del Tritone, la Fontana della Barcaccia que ya comentamos, obra de Pietro Bernini padre del famoso Gian Lorenzo, autor a su vez de la sorprendente Fontana dei Quattro Fiumi (Ganges, Danubio, Nilo y río de la Plata) o su graciosa Fontana delle Api. La Fontana di Trevi, fuente inspirada en los arcos de triunfo romanos diseñada por Nicola Salvi en 1732, que mas bien parece una piscina muy concurrida, por donde pasábamos casi a diario varias veces. Hay dos que son mis preferidas la Fontana delle Tartarughe, joya de la escultura renacentista y la Fontana delle Naiadi que suponemos sería un escándalo cuando se inauguró en 1901, con sus sensuales ninfas de bronce a remojo, pero sobre todo las fuentes mas eficaces son esas pequeñas, que hay en casi cada esquina, y que tapando su boca principal permiten beber con facilidad.
Terminamos con una foto que me dio la idea que la famosa Bocca della Verità debió ser parte de una fuente romana. Y recordar que la famosa protagonista de Roman Holliday, Vacanze Romane o Vacaciones en Roma como prefieran, es para mi una especie de nuevo angelito, se me aparece por todas partes a cualquier ciudad donde voy, un día le dedicamos una entrada. En Roma la película se vendía como las postales, yo me llevé una.