Seguimos con el monográfico ciudades pero hoy con colaboración, amelche nos da su visión de esta bonita ciudad del norte de Irlanda.
Con vuestro permiso las ciudades en las que colaboréis y que yo conozca las haremos al alimón.Muchas gracias Ana."Derry es una ciudad gris de casas con tejados de pizarra y cielos oscuros que amenazan lluvia y, sin embargo, es también una ciudad con encanto, preciosa, con las murallas del siglo XVII, el verde de la hierba por todas partes, y el río Foyle, tan ancho que parece el mar. Y las dos catedrales, la católica y la protestante. Derry es una ciudad espejo: se refleja en sí misma. Si estás en una colina, verás la otra y, cuando cruces el río, verás la colina donde estabas antes. Pero siempre, dondequiera que estés, verás la aguja de las dos catedrales y el reloj del Guildhall.
La gente es majísima. Me preguntan qué hago aquí, no entienden por qué alguien va a querer venir de España (que, para ellos, según sus estereotipos, es el paraíso y más, cuando ven los pósters que me traje, con todas las palmeras del mundo) a esta ciudad dejada de la mano de Dios y de los hombres. Pero a mí me gusta Derry, no sé por qué, y me gusta Irlanda del Norte, y me encanta la gente, lo amable, hospitalaria y charlatana que es. Me entusiasma el paisaje, con tanto verdor, y las ovejas, las vacas, las cabras, esos ríos y bosques, es todo precioso... Y cada día, cuando me levanto, sé por qué estoy aquí y por qué me quiero quedar, aunque no sepa explicarlo con palabras.
Esto lo escribí al principio del curso 2002-03, cuando estuve dando clases de español en Irlanda del Norte. La foto es del río Foyle con las agujas de las catedrales al fondo. La de la izquierda es la protestante y la otra la católica."
amelche

Hace unos cuantos años me invitaron a participar en un festival artístico en Derry City, la ciudad era conocida antaño como Londonderry, en una época que salía mucho en los telediarios y en la primera plana de los periódicos, cuando yo llegué gozaba de una tranquila paz, aunque los lugareños no estaban del todo seguros que las bombas y los atentados no empezaran de nuevo.
Parecía una ciudad sitiada con continuos vuelos de helicópteros, cámaras de seguridad en las calles, mucha presencia policial y rejas y alambradas por todas partes.

The Bogside
Ana ha escogido una bella vista de la ciudad, el río servía como frontera natural para separar los barrios de católicos y protestantes, yo escojo otra menos agradable, una instantánea del Bogside, el barrio que tenía que recorrer cada día para llegar al lugar dónde monté mi pieza, -una plaza muy Derry- en el interior de la muralla junto al museo de la ciudad. En el Bogside sucedieron los dramáticos sucesos del sábado sangriento -bloody Sunday- recordados en multitud de pintadas en sus edificios.

Las fotografías; dos cajas de luz en una tienda en alquiler.
Hoy es día de “casualidades”, -los que me conocen saben que considero que las casualidades no existen-, la primera casualidad es el escudo de la ciudad; un esqueleto esperando sentado en una piedra. La segunda es que llegué en los días de
Halloween y gran parte de los participantes al carnaval iban disfrazados de calaveras o portaban muñecos y marionetas móviles con este personaje. La tercera coincidencia es la definitiva; el festival al que había sigo invitado a realizar un trabajo fotográfico se llamaba
BEYOND BORDERS, pasar por el blog de
Ana y cerraremos el circulo.

Dos fans autóctonas.