Pompeya

Viajes temáticos. Monográfico ciudades.

Hoy empezamos nueva serie temática, así que espero vuestras colaboraciones, el tema no es la ciudad en si, sino lo vivido por vosotros en ellas.

Como saben algunos que me siguen desde hace meses, en una ocasión me dio por fotografiar volcanes, -habrá monográfico sobre eso próximamente-, coincidió con varias visitas a Canarias y luego bastantes a Italia, así que bajar al sur de la bota era de rigor, y si pasas por Nápoles tienes que subir al Vesubio y claro allí mismo a unos kilómetros al sur en la costa, están Pompei (Pompeya) y Erculano (Herculano). Bajé varias veces así que en el primer viaje visité Pompeya y en el segundo Herculano, muy cerca una de otra pero con características muy distintas, ya os contaré.
La primera visión que se tiene de la ciudad de Pompeya es su pavimento, y esa fue la imagen definitiva que tuve de los restos de esa gran ciudad. La entrada donde compras el ticket para la visita es un viejo edificio y para penetrar tienes que pasar un túnel, de la sobra a la luz, pisar esos grandes adoquines pulidos por las sandalias de los habitantes es una grata experiencia, esa puerta es como entrar en el Túnel del Tiempo al otro lado esta esa especie de Sangrila.

Un calco

La historia es conocida, los habitantes vivían felices en las faldas del monte Somma, cultivando los prósperos viñedos y bebiendo su delicioso vino, los continuos terremotos no les había advertido que se encontraban al pié de un volcán que tendría una de las explosiones mas violentas -y la mas famosa de la historia- y que una nube de gases ardientes los abrasaría y la lluvia de ceniza los sepultaría durante muchos años, eso sucedió en agosto del año 79 de nuestra era. Así toneladas de ceniza y lapilli lo enterraron todo y las excavaciones nos han permitido encontrar una ciudad paralizada en un instante; sus calles, sus casas, sus comercios, la cárcel, el prostíbulo con las pinturas de las especialides de cada prostituta, el teatro, las columnas, hasta los muebles y bigas calcinados, restos de un pan con el sello del panadero, un cuenco con nueces y todo tipo de objetos cotidianos.
A alguien se le ocurrió meter escayola en las cavidades que habían dejado los cadáveres en la lava, obteniendo así un calco de la persona, la mayoría están en le suelo cubriéndose el rostro o con un pañuelo en la boca, o sentado como este de la foto, hay uno muy famoso de un perro retorciéndose de dolor porque estaba atado y no pudo escapar, eso sucedió en casa de Vesonio Primo. En Herculano no hay calcos, la proximidad del mar hizo que se compactara el terreno húmedo pero se han encontrado los esqueletos.
Así lo que mas me impresionó no son sus casas, ni sus villas, ni sus patios con columnas, que son impresionantes y bellos con sus pinturas al fresco, lo que mas me impresinó son sus calles, con sus canalones de plomo para desaguar las terrazas, los bordillos para cruzar y las marcas de cientos y cientos de carros que dejaron su trayectoria labrado en el duro pavimento.