Vacaciones Picapiedra

Ante todo vean esto.


Los Picapiedra. (0,37)

¿La grúa de Pedro?
Réplica en Valdecevillo.

Seguro que recuerdan la entrada de hace unas semanas, donde la televisión del HOTEL profetizaba muchas mas cosas de las previstas. Les contaba que la primera noche en Tudela, me dio por chequear la televisión, -como hago en todos los hoteles cuando viajo-, apareció esta serie, una de las favoritas de mi niñez y juventud, a la mañana siguiente tenía previsto una vuelta por el árido paisaje de las Bárdenas Reales que sin dudar me recordaron a Roca Dura (Bed Rock), pero lo que no podía imaginar es que fueran tantas las coincidencias con los dibujos en los siguientes días.

¿Dino?
Yacimiento de Valdecevillo.

Paisajes trogloditas, cuevas de hombres prehistóricos en Atapuerca, y los dinosaurios riojanos y sorianos, además en la jornada de vuelta paso veloz por las cuevas de Arnedillo, Arnedo y alrededores y como colofón, este paisaje en pleno centro de Autol, ahora urbanizado y nido de cigüeñas.

¿Roca Dura?.
Arnedo.

Autol.

Los títulos de crédito también fueron un preludio de las intensas jornadas gastronómicas. Por cierto de niño no era capaz de identificar que era lo que la gentil señorita acercaba al troncomóvil y lo hacía volcar.

The Flintstones. (0,43)

Mas información sobre la serie El Profesor.

Y los dinos riojanos.

El centinela de Bretún.

Como decíamos el último día, el tímido sol desapareció y de repente empezó a caer una tremenda nevada. No recuerdo en mi vida haber asistido a una parecida y mucho menos en primavera y perdido en medio de una montaña desconocida. Así que volante y hacia la localidad mas cercana, que en este caso era Bretún. El efecto de conducir en una ventisca de nieve es muy curioso, un cuarto de hora después de haber aparcado, aún sigues viendo copos blancos que se aproximan hacia ti. Bretún está solitario, unos niños me indican que el bar mas cercano es “el de arriba” en la plaza del pueblo, la plaza de pueblo mas pequeña que he visto nunca, en el interior no se cabía, todo el mundo estaba allí haciendo el vermut, parecían llegados de alguna excusión o acto social. Así la mañana terminó como aventuraba alguno de los comentaristas de la entrada anterior, con los pies bajo la mesa, sin mantel, unas cervezas y un delicioso pan con queso, no había mas.

La carretera de Villar del Río conduce a la Rioja, directamente a el Enciso, que fue la primera localidad española que se hizo famosa por sus yacimientos de icnitas. Búsqueda de algún lugar para dormir –tarea difícil bajo la insistente nieve y en estas fechas-, pero al fin posible. De paso en un restaurante-albergue veo la especialidad de la zona, un chuletón que se salía del plato, la chuleta brontosaurio se cocina aquí pero no era momento de detenerse.

Yacimiento Virgen del campo.

Las nuevas replicas muestran el encuentro de los dos animales.

A la tarde, hay que aprovechar antes que el tiempo empeore mas, vuelvo al yacimiento Virgen del campo, a pocos quilómetros, uno de los que fotografié hace unos cuantos años, en mi primera visita a la zona. Es uno de los mas interesantes, aquí podemos apreciar gran cantidad de restos fosilizados del cretácico inferior; mas de quinientas pisadas, marcas de gusanos y bivalvos, conchas marinas, rizaduras de oleaje, grietas de desecación, el deslizamiento del barro producido por un terremoto, estrías dejadas por el arrastre de ramas, garras y uñas en el barro. Y sobre todo un suceso curioso, las pisadas de dos individuos que reflejan una carrera, la persecución y la lucha entre ambos, el registro completo de una cacería.

Yacimiento Virgen del campo. Marcas de garras.

Visita rápida al yacimiento de Valdecevillo uno de los mas ricos en muestras de la zona, donde se pueden apreciar numerosas réplicas tamaño natural que hacen la delicia de los niños -y mayores-, aquí hay algunos rastros de saurópodos carnívoros de gran tamaño, las primeras huellas bien conservadas de un terópodo, huellas de un posible grupo familiar de ornitópodos -dos adultos que protegen a una cría en el interior-, pero había mucho barro, el frío y la lluvia arrecian y hay que buscar un lugar cálido donde relajarse. El lugar en cuestión está frente a la fonda, antes era una tienda de vinos y ahora es también un buen restaurante, después de una comida tan frugal en Bretún un Patorrillo de cordero y ternera a la riojana y un Viña Berceo, crianza del 2003 (13,5º) hacen que el día termine con broche de honor.

Yacimiento de Valcevillo.
Rastros de un saurópodo, observen la diferencia entre los pies y las manos mas pequeñas.

Dinosaurios en Soria.

Yacimiento de La Metecasa. Bretún.

Los yacimientos de icnitas de Soria no son otra cosa que la prolongación natural de los restos -muy cercanos- conservados en La Rioja. Solo me dediqué a los situados en los alrededores de Bretún y Villar del Río, pero hay muchos mas; en las cercanías de Ventosa de San Pedro, Matasejún, Valdelavilla y hasta en Almarza, un poco mas apartados.

Yacimiento Fuentesalvo.

El primero que apareció en mi camino fue el yacimiento de Fuetesalvo, a un lado de la carretera, bien señalizado y con una rampa de madera para protegerlos, por tener había incluso una indicación escrita en braile con la explicación y varios dibujos. Encontramos aquí varias rastrilladas de diversos ejemplares marcadas en diferentes colores, terópodos –es decir carnívoros- con patas de unos 90 centímetros de altura.

Me dirijo veloz a Villar del Río, allí tienen montada el aula paleontológica y el centro de recepción de visitantes. En el patio hay una maqueta de un nido con sus huevos, un gran terópodo de fibra de vidrio con su cría, una reproducción-molde de diversas icnitas y hasta un tobogán con forma de dinosaurio. Una joven me ofrece amablemente el plano de la zona con los recorridos y le compro varias postales; me consta que ya llegaron todas. Paso de las explicaciones del aula porque me apetece mas encontrar en vivo y en directos esas pisadas fósiles. Salgo pitando dirección Bretún.

Yacimiento Serrantes.

Llego al yacimiento de Serrantes, al margen del camino junto a un riachuelo, dejo el coche bastante apartado porque la carretera es muy estrecha, hace sol y es un placer caminar por el asfalto escuchando el canto de los pájaros. Han vallado parte del río -como protección- y también está bien indicado. Se trata de las pisadas de un ave denominada Archaeornithipus Meijidei, unos terópodos, dinosaurios aviarios que como ustedes saben, son antepasados de las aves actuales y que vivieron hace 140 millones de años en este lugar. Esta es una de las características de esta zona, la cantidad de restos de reptiles adaptados al vuelo como los Pterosaurios.

Yacimiento El Frontal.

En Bretún han montado una de esas enormes maquetas tamaño natural de un gran saurópodo, es un poco tosca pero me encanta, la veremos mas adelante. En el yacimiento de Metecasa hay otra, no menos rustica y tal vez alejada de los especimenes de la zona, pero seguro que los lugareños están muy orgullosos. Ripple-marks, grietas de desecación y pocas icnitas ornitópodas, eso si de 30 centímetros de longitud y 26 de ancho, con lo que el animal hacía unos dos metros de alto.

Haciendo amigos en el Yacimiento Fuente Lacorte.

Muy cerca hay varios yacimientos mas, El Frontal donde vemos cuatro rastros de terópodos, huellas de entre 25 y 35 centímetros. Justo al lado, a cincuenta metros, el yacimiento de Fuente Lacorte, con su maqueta tamaño natural -esta vez mucho mejor trabajada-, aquí hay restos de terópodos y ornitópodos. El sol se ha nublado y el viento es cada vez mas frío, traspaso la empalizada para fotografiar unos detalles y el cabello se me enreda entre unas zarzas, mientras intento desembarazarme empieza a nevar copiosamente. Creo que es el momento de abandonar la expedición, estoy en el culo del mundo con mi viejo coche y no llevo cadenas. Además no he visto un alma en todo el recorrido.

Continuará.

Nieve y dinosaurios

Tras un paso veloz por Soria capital, -las procesiones bloquean todas las calles principales y los hoteles están todos completos-, termino en un bonito y reluciente hotel de carretera en la nacional 122. Aquí hago un gran descubrimiento que dará lugar a un súbito cambio de ruta.
A la mañana siguiente amanece lloviendo, retorno rumbo Soria y tomo la 111, en Garay giro a la derecha, de nuevo por carreteras secundarias, me encantan!

El día se aclara y aparece un tímido sol, a lo alto en las cumbres, se aprecian las montañas nevadas. En el punto mas álgido del puerto, Iberdrola a instalado uno de sus miles de parque eólicos, momento de recuperar el niño que llevamos dentro, hace un frío de mil demonios pero hay que tocar la nieve. Me entretengo a toda prisa en hacer un muñeco para Valeria, una señorita que pasa la mayor parte del año rodeada de cristales de agua congelada.

La sorpresa encontrada en el hotel de carretera no era otra que una indicación de la Ruta de las Icnitas de Soria. Ya les hablé aquí mismo hace un par de años, -vean entradas de abril y mayo 2006- de mi pasión por los dinosaurios. En Soria también han aprovechado el tiempo y han restaurado sus numerosos yacimientos.

Yacimiento de Fuentesalvo.

Yacimiento de La Metecasa. Bretún.
Ripple-marks; rizaduras en la arena de la orilla fosilizadas.

Continuará.


Por cierto este sábado 19 ya pueden gozar de una primaveral luna llena.
Yo recuerdo perfectamente donde estaba la anterior.
Si hoy en 20 de abril toca luna llena.

La Granja

El foso del Alcázar de Segovia.

Después de dos semanas ininterrumpidas de trabajo, un finde muy bien aprovechado. Me he demorado en seguir con el periplo de SS08, porque he estado haciendo un taller fotográfico, lo menciono no solo porque tiene relación con lo que tratamos aquí, sino porque de algo han de servir estas cosas y me ha hecho ver que hay que dar un giro a las narraciones y no dejar que esto se convierta en un mero resumen de unas vacaciones ilustradas.

El curso tenía por título VIAJAR PARA FOTOGRAFIAR, FOTOGRAFIAR PARA VIVIR a cargo del fotógrafo madrileño Juan Manuel Castro Prieto, famoso por trabajos como “Perú. Viaje al sol”,“Esperando el Cargo” en la Isla Tanna en el archipiélago Vanuatu, o los realizados en Etiopía estos los últimos años. Además es conocido por ser el positivador en blanco y negro de los trabajos de otros fotógrafos, como Chema Madoz, Cristina García Rodero, Alberto García-Alix o Gervasio Sánchez.

Dejamos Segovia un soleado día, rumbo la Sierra de Guadarrama que se nos aparece nevada en el perfil del horizonte. A once kilómetros encontramos San Ildefonso donde se haya el Real Sitio de La Granja que fue palacio de Felipe V, construido donde los monjes jerónimos del Parral tenían una granja y una ermita dedicada al santo, ermita por otro lado mandada construir por Enrique IV en agradecimiento por haberle librado del ataque de un jabalí en una partida de caza.

La reina.

Esto nos explica un poco lo que allí encontramos, un gran palacio y sus infinitos jardines rodeados de montañas y bosques.
Nada mas llegar un cartel nos advierte que la temporada de fuentes ha finalizado, dejando los jardines –trazados a imitación de Versalles- en poco mas que nada, los juegos de aguas son fundamentales en los grupos escultóricos, no obstante caminar en un soleado día por la fría sierra se agradece. A la entrada hay dos secuoyas centenarias plantadas en 1687. El rey, de 13,42 metros de diámetro y La reina, un poco mas pequeña.

El Puente de los Suspiros.

Para finalizar la mañana, paseo en busca de uno de esos gratos momentos que nos proporciona el planeta blog. Por casualidad hacía unos días había visto una entrada en un blog que ya ni recuerdo, donde aparecía una foto de un curioso puente preguntado interrogante si sabíamos donde se encontraba. Se trata de El Puente de los Suspiros y está en los jardines, muy cerca del lago, lugar alejado del palacio donde pocos visitantes llegan. Lo divertido es que este puente, conocido como El Tranvía por sus bancos interiores, bella estructura romántica del siglo XIX, había sido desmontado en los años cuarenta, y fue reconstruido a partir de una postal del Servicio de Parques tomada a principios del pasado siglo.

La famosa postal de 1905.

Semana Santa

Y por supuesto esta en esta Semana Santa hubo un breve espacio para la Semana Santa.
Me gusta curiosear en todo tipo de ritos populares, las procesiones son algo muy singular, las observo siempre desde fuera, intentando no molestar, como el extranjero que llega a cualquier lugar y no entiende que está sucediendo, no conoce el idioma, ni los motivos que mueven a las personas a realizar según que actos, también me da por pensar si esos actos se realizan por pura tradición, si es algo que se heredó de padres a hijos o realmente es algo vivo.

Cuando yo era un crío veía como mi madre, ciertos días al año, colocaba fotografías de la familia ante unas velas de aceite. En otras ocasiones los vecinos nos traían una virgen en una caja con puertas, como una pequeña capilla; era la Candelaria, al cabo de unos me hacía llevársela a otro vecino. No era una persona muy religiosa, pero repetía algunos ritos que había visto hacer a su abuela.

Me gusta observar las diferencias entre las procesiones de distintos lugares, en Segovia los pasos tienen ruedas, supongo que las características de la ciudad han llevado a ello. Hace unos años en Cuenca me pareció que había una rivalidad entre cofradías, algo muy parecido a la existente entre peñas o equipos deportivos.

La procesión a su paso frente a la Iglesia de San Martín.

Al llegar a la Plaza de Medina del Campo, junto a la Iglesia románica de San Martín decidí apearme de la procesión y visitar el famoso Restaurante Narizotas y terminar el día con acierto. Un revuelto de boletus y gulas y unos piquillos rellenos de ciervo. Esta vez regado con un viejo conocido; LAN crianza 1999, uno de mis riojas preferidos.

Segovia.

Y ya lo ven, saliendo de Atapuerca, autovía A-1 dirección Segovia. Sólo un pequeño alto en el camino en Aranda de Duero; paseito y cervecita, mucho asador de Aranda pero no es un lugar con demasiado encanto, alguna iglesia románica simpática y poco mas, el recuerdo de las cigüeñas volando alrededor del campanario lo mejor.

Plaza mayor de Aranda de Duero.

Segovia era uno de los objetivos previstos en este viaje, hacía mucho tiempo que tenía ganas de ver en vivo y en directo ese señor acueducto, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. Así que búsqueda de hotel en el centro –muy cerca de la Plaza del Azoguejo- y a pasear.
Lo impresionante del lugar es que a parte del acueducto romano mejor conservado del mundo mundial, la ciudad está repleta de cosas interesantes, una ciudad monumental para perderse sin mas, con un gran número de singulares iglesias románicas, su catedral, el Alcázar, y restos árabes y judíos.

Y como lo mejor de estos lugares es callejear, así entre las callejuelas angostas de la judería y la visión de ilustres palacios con sus originales esgrafiados en la fachada, a uno le entra hambre y era menester buscar un buen mesón donde degustar la especialidad de la casa. Tras un pito pito gorgorito le tocó a Casa José María, “cocina segoviana de hoy”, especialidad en cochinillo asado y carnes rojas, -muy cerca de la Plaza Mayor-, así que tras una estupenda crema de cangrejos y un saludable de verduras, llegó el “chanchito”, regado con un Ribera del Duero 2005, un Pago de Carraovejas, denominado aquí tinto “autor” de la casa. Me encanta leer las etiquetas de los vinos, todos los enólogos me parecen grandes poetas:

“De color intenso rojo cereza, muy cubierto y conservando juventud en los reflejos violáceos, que menguarán con la estancia en botella”.

Cochinillo asado en su punto.

ATAPUERCA 2

Abandono los solitarios yacimientos -antes de quedarme congelado-, pensando en que ese es su estado natural, permanecer a la espera con mucha paciencia. Tomo el coche y gracias a las indicaciones de la guarda, puedo llegar por la pista directamente a Atapuerca, sin retroceder hasta Ibeas de Juarros. En pocos minutos estoy a la entrada del pueblo tomado las fotos del cartel, por la larga carretera se ve aparecer un solitario viajero del Camino de Santiago, una joven japonesa bastón en mano.

Monolito conmemorativo del paso por el pueblo de la Ruta Quetzal 2001.
Un menhir de 15 toneladas, instalado en pleno verano por 320 personas con gran esfuerzo.

En Atapuerca han aprendido la lección y a parte del pequeño centro de recepción-museo, han construido un Parque Arqueológico, estaba cerrado ese día, pero les puedo decir que es un mini parque temático de divulgación científica muy interesante, hay un poblado de casas de paja y alguna mas grande tipo “palloza”, también hay un lago artificial y allí se enseña a los visitantes entre otras cosas, como era la vida prehistórica, como vivían, a hacer fuego, a preparar hachas y cuchillos de sílex, a cazar con arco o lanzador, a cortar la carne o preparar las pieles o a ha realizar pintura rupestres y como son las técnicas utilizadas por los arqueólogos y aprender, brocha en mano, a encontrar restos científicamente.

Las complicadas estructuras de Sima del Elefante.
Aquí en TE-9 se encontró el año pasado el fragmento de mandíbula,
los dientes y unas rudimentarias herramientas que aparecen estos días
en los medios de comunicación, como los mas antiguos de Europa de 1.2 millones de años.

En la sierra existen otros yacimientos no menos importantes como El Portalón, Cueva Mayor, Galería del Sílex, El Mirador, Valle de las Orquídeas y la mas extraordinaria de todas la Sima de los Huesos.

La Sima de los Huesos.
Para acceder a este yacimiento hay que penetrar por un difícil túnel de 500 metros desde Cueva Mayor y llegar a trece metros de profundidad, allí hay un depósito de cadáveres de 400.000 años de antigüedad. Gran cantidad de individuos de Homo heidelbergensis, como Agamenón (el cráneo 4); entre otros con nombres de reyes, y Miguelón (el cráneo 5); bautizado así en honor al ciclista Miguel Indurain, “Miguelón”. En total se han recuperado una treintena de individuos, señores de 1,75 de altura y casi 100 kg. y señoras de 1,70, sin una caries, y que -atención!- ya utilizaban palillos de dientes.

No era un lugar donde se vivía, se supone que era utilizado como cementerio, los cadáveres se dejaban caer al vacío desde un orificio. Solo se ha encontrado una herramienta aquí, el primer bifaz con nombre propio; Excalibur, un hacha enorme de 400.000 años de antigüedad, de un material extraño en la zona que se supone como parte de algún ritual, así se ha definido el dato como el comportamiento simbólico mas antiguo conocido hasta hoy.

Galería. Espíritu didáctico a pie de obra.

Hace unos cuantos años que llevo leyendo todo lo que cae en mis manos sobre este tema, y sobre todo libros de los tres codirectores del yacimiento; el catalán Eudald Carbonell –siempre con traje de campaña y su habitual salacot al volante de su viejo Land Rover SANTANA matrícula de Girona, apodado “El Halcón Milenario”-. El profesor mas joven; Juan Luis Arsuaga –dado a explicar la ciencia con los métodos de J.M. Auel, es decir novelando la historia- y José Mª Bermúdez de Castro quien en su libro “El chico de la Gran Dolina” me enseñó cuanta información puede proporcionar un simple diente.

La popular ilustración del chico de Gran Dolina de Mauricio Antón
en el patio del museo de Atapuerca.

La reconstrucción de la cara del “chico de Gran Dolina” se hizo a partir de los dos huesos del cráneo encontrados, el color de la piel y de los ojos son hipotéticos pero se entiende que una piel de color claro es ventajosa para los humanos que viven en latitudes templadas, cualquier especie que ocupara Europa, adquiriría ese color al cabo de unos miles de años. La ausencia de bello se debe a la su juventud, rasgo común en todas las poblaciones humanas actuales.

Mas información el la propia web.
www.atapuerca.org/