Y estaciones.

La Anhalter Bahhof fue en su día la mayor estación de trenes de Berlín y la segunda de Europa. Creada en 1880 con la idea de que fuera la mas grande y elegante del viejo continente y sobre todo para impresionar a las visitas oficiales que llegaban a la capital del Imperio Alemán. Desde aquí partían los trenes hacia Dresde, Viena, Roma y Atenas.
Destruida su enorme cubierta por los bombardeos aliados dejó de funcionar en 1943.

En la actualidad solo se conserva el pórtico como silencioso monumento a la estupidez humana, el agujero que albergó su majestuoso reloj eléctrico y dos de las esculturas de bronce que la coronaban, en realidad son copias, las autenticas las podemos ver repletas de agujeros de metralla en una de las salas del Deutsches Tecnikmuseum junto a una gran maqueta de la estación.

www.dtmb.de

Y máquinas de vapor.

El Profesor ya les contó en su día, como se divirtió en la visita al museo de la técnica de Berlín, (Deutsches Tecnikmuseum), una parte muy importante de los enormes edificios que lo forman es una antigua estación, y allí mismo descansan un buen número de máquinas y vagones de tren de diversas épocas, máquinas de cuando lo importante era llegar, no en cuanto tiempo, y que tras su paso dejaban una estela de silbatos, humo y carbón.

Y para terminar les dejo con uno de mis corridos favoritos, disfruten que la historia cantada es todo un clásico. Y si desean ver una auténtica 501 -en Nogales, Sonora- vean aquí.

"Máquina 501". Saul Viera “El As de la Sierra”.

Otras máquinas

Antigua fábrica DAMM. Barcelona.

Aquí tenemos una nueva entrega de ingenios nacidos para viajar.
Es curioso como los dueños de todos estos antiguos aparatos los conservan con un mino especial, los llevan siempre limpios y aseados como recién salidos de fábrica, igual que una madre lleva a su pequeño en el primer día de escuela.

Amsterdam Centrum.

Una IFA Simson junto al Reichstag en Berlín.

1ª Concentración de seiscientos en Camp de L´Arpa. Barcelona.

El viejo camión Ebro de reparto como los que destrozaba yo de pequeño en Cal Joaquim -un chatarrero vecino-, una Vespa de asiento doble que parece sacada de una viñeta de Mortadelo y Filemón, la moto con la que Daniel Brühl recorría Berlín a toda velocidad buscando productos de la DDR en la película “Goodbye Lenin” (2003) de Wolfgang Becker
Y esta curiosa concentración de 600 de hace unos meses en mi barrio, que incluia un fantástico 600 furgoneta, si sumábamos los kilómetros recorridos por todos los vehículos, tal vez nos aproximábamos bastante a la suma de la edad de sus conductores y pasajeros. Y todo buen “vintage” debe conservar también sus accesorios “ad hoc” como el perrito que mueve la cabeza.

Y recuerden
Si hoy es día 26 de septiembre toca luna llena,
Aunque el martes ya la podrán disfrutar.
Así que les invito a un paseo en mi auto preferido.

Apollo 16.

Máquinas nacidas para hacer viajar.

Ya saben -por si alguno no lo recuerda- que estamos en el siglo XXI, es decir el futuro es ya, ¿recuerdan las pelis de ciencia ficción de los años 50 y 60? Eso. Llevamos teléfono en el bolsillo, super agendas, televisiones y cámaras diminutas, MP3, potentes ordenadores en el maletín, etc.

Por eso me encanta conocer a tipos entusiasmados con el siglo IXX, pero con los pies en éste. Estos señores buscan en la red material fotográfico del año de la catapún, como otros buscan señoritas escasas de ropa -por poner un ejemplo sencillo-. Y lo consiguen, y lo compran a precisos sorprendentes aunque venga de la India.

Hace unos días salimos de expedición a comprobar si las últimas adquisiciones funcionaban correctamente, fue un día de relax, nada que ver con las pretenciosas “survey” que algunos pedantes quieren rescatar del olvido y que poco o nada tienen que ver con las originales, fue simplemente ponerse en la piel de los pioneros, un grato paseo en un día soleado de verano. Y si el “marco incomparable” es la ciudad amurallada medieval de Montblanc o el Monasterio de Poblet (Tarragona), mejor que mejor.

Máquinas nacidas para viajar.

Playa de Zarautz. Pais Vasco.

Centro de Amsterdam.

East Side junto al río Spree. Berlín.

Oranien Strasse. Berlín.

Camp de l´Arpa. Barcelona.

Hubo una época en la que los electrodomésticos y la máquinas en general –incluido los automóviles- se fabricaban sin fecha de caducidad. Cada vez mas nos sorprende una pasmosa realidad; los aparatos empiezan a fallar el día siguiente a caducar la garantía.

Así no es extraño escuchar el comentario del ama de casa al técnico que ha arreglado la lavadora;

-“La primera que tuve me duró muchos años y esta…”
-“Claro señora es que esta era nueva”.

En mis últimos viajes he tomado nota de algunos vehículos fabricados para viajar que aún siguen al pié del cañón, un diseño inmejorable, bella línea y calidad cien por cien, con unos mínimos cuidados pueden durar muchísimos años, como ejemplo recuerden ustedes el parque móvil cubano.

Hernani; Chillida LEKU

En la playa de La Zurriola, en el Kubo, hay un cartel que reza; “CHILLIDA LEKU a diez minutos de aquí”. Depende de que camino tomes no tardarás diez minutos, pero como mucho serán treinta.
Muy cerca de Donosti está Hernani, -diez minutos según los intrépidos publicistas- el lugar donde el escultor vasco Eduardo Chillida pudo realizar uno de sus sueños.

“Un día soñé una utopía: encontrar un espacio donde pudieran descansar mis esculturas y que la gente caminara entre ellas como por un bosque”.

Primero compraron un antiguo caserón semi destruido, y lo restauraron con mucho cariño y dedicación, poco a poco fueron comprando mas terreno, hasta completar el espacio actual. LEKU significa espacio en euskera.

“Yo le iba preguntando al caserío como quería ser, lo recorría por dentro e iba preguntando si quería conservar tal muro, aquella pared o esta entreplanta, y el caserío quedó como él mismo nos dijo. “

Un lugar que es algo mas que un museo, un lugar para la contemplación, para la reflexión y para la paz.

“La escultura debe siempre dar la cara,
estar atenta a todo lo que alrededor de ella se mueve y la hace viva.”

Si viajan a San Sebastián aprovechen la oportunidad y paseen sin prisa por este lugar.

“Se ve bien teniendo el ojo lleno de lo que se mira”.
Eduardo Chillida.

Mas pistas aquí.

POSTALER 51

"TOMBOUCTOU 52 JOURS"

La mayoría de ustedes ya conocen mi pasión por las postales, son la parte principal de los objetos que llegan a casa en mi maleta cada viaje.
Estamos en septiembre y siempre doy un vistazo al material que ha llegado por correo -como debe de ser-, este verano no han sido muchas, pero si que las que lo hicieron son realmente interesantes, la número uno fue esta “hand made” que reproduzco, y contrariamente a lo que pueda parecer llegó del norte de Italia junto a Lago Maggiore.

Grazie sorelina 24 mila baci.

También llegaron desde Lanzarote, Costa Blanca (Alicante), South Africa -unos divertidos suricate-, y varias de Ireland –una autentica PIONEROS desde The Blasket Islands en Kerry-.

Gracias a todos amigos.

Reproduzco aquí un texto que escribí hace tiempo;

..."Las postales son como cordones umbilicales con el mundo, que nos nutren de la energía necesaria. Son como esos cables denominados vientos, que hacen que una tienda de campaña se aferre al suelo y no sufra el envite de las tormentas. Las postales son como las migas de pan dejadas en las esquinas para poder retomar el camino a casa. Son en definitiva saludos cotidianos para mostrar al otro que tiene alguien al lado, aunque en ese momento esté muy lejos, afirmaciones de que hay alguien que te piensa en ese mismo momento, porque si algo bueno tiene este invento, es que la red anula las fronteras y las postales marcan el territorio a seguir. "...

Donosti. Cae la noche.

Buscar el sitio adecuado para absorber los máximos rayos del sol sin interferencias, un lugar tranquilo y relajado, solo o en buena compañía.

Pasear por el boulevard y buscar el lugar perfecto para ver el tramonto, saludar a las amistades y preparar el próximo encuentro gastronómico.

Subir despacio al castillo del Monte Urgull o en el funicular al Monte Igeldo, localizar la mejor atalaya.

Cae la noche en Donosti, la Concha se viste de gala, la marea baja, un viento suave, el sol se oculta, la temperatura desciende, y se encienden miles de luces como una pequeña ofrenda.
Un día menos y un día mas.

Donosti y la música

Dos curiosos percusionistas de Washington DC,
en el Paseo de la Concha.

Ya saben ustedes cuanto me gusta la música, una pasión que contemplo desde lejos, ya que nunca accedí a su práctica, ni me dió por ello, ni se puede hacer todo.
San Sebastián, como el resto del País Vasco, respira música por todos sus poros, grandes y pequeños la practican día a día. Si a eso le sumamos una ciudad turística desde años inmemoriales, tenemos una oferta grande y variada incluso en plena calle.

Música clásica en Plaza Buen Pastor, junto a la Catedral.

Txalaparta frente al Kursaal.

Donosti / San Sebastián y el rayo verde.

Una de las esculturas de Igor Mitoraj.

Hacía muchos años que no visitaba San Sebastián, ya habían demolido el viejo casino y teatro Kursaal, pero seguro que el nuevo proyecto “Dos rocas varadas” de Rafael Moneo no era ni siquiera una idea. La playa de Zurriola, frente al barrio donostiarra de Gros ha ganado mucho con la urbanización del paseo y la construcción del singular edificio y del la sala de exposiciones de arte Kubo -donde había una exposición de las esculturas de Pablo Gargallo-. Aquí hay que decir que la otra “Kutxa”, “La Caixa” catalana había dispuesto las enormes esculturas de Igor Mitoraj justo al lado, - de seguir así me convertiré en un experto de este montaje ya que es la tercera vez que lo encuentro en una ciudad distinta en los últimos trece meses -, su disposición aquí era espectacular sobre todo al atardecer.

Pasé varios atardeceres en esta playa, lugar donde hacía la última cerveza del día, camino de la primera de la noche, en su malecón se puede apreciar un espectacular tramonto marino. Y así durante dos días consecutivos tuve la oportunidad de asistir a un par de maravillosos “rayos verdes” en las aguas del cantábrico.

Me gustaría que me contaran -si alguno lo ha visto alguna vez- su experiencia sobre este raro fenómeno óptico que da título a una novela de Julio Verne- y que se observa en el último momento cuando se oculta el sol en el mar.

El Kursaal el puente de Zurriola y el río Urumea.