Estambul una ciudad muy curiosa.

“Cuando viajo, mi costumbre es lanzarme completamente solo a través de las ciudades para mi desconocidas, como un capitán Cook en un viaje de exploración. Nada es más divertido que descubrir una fuente, una mezquita, un monumento cualquiera, y asignarle su verdadero nombre sin que un estúpido drogmán tenga que decirlo en ese tono de amaestrador de serpientes boas. Además, errando así, a la aventura, se ve aquello que jamás se nos muestra, es decir, aquellas curiosidades que en verdad existen en el país que se visita.” …

Y no lo digo yo aunque lo piense, lo dijo el escritor romántico Théophile Gautier (Tarbes 1811) en su obra “Constantinopla” en 1853.
Es un extracto del fantástico libro que la señorita Ta me dejó antes de partir y que ha sido compañero de caminatas estos días. “Estambul. Letras de viaje”, con fragmentos de textos de diversos viajeros que pasaron por allí mucho antes, entre otros; Giacomo Casanova, Jan Potocki, Gérard de Nerval, Edmundo De Amicis, Pierre Loti, Le Corbusier, Ernest Hemingway, o el catalán Juan Perucho.

Eyüp.

Callejón en el Serrayo.

Bazar de las Especias.

La Mezquita Nueva. Eminönü.

Atardecer desde el mar de Mármara.

Ya saben Estambul 41º 1,7” N, 28º 57´53” E. Fue Bizáncio hasta el año 330 y Constantinopla hasta 1.453, la ciudad de Constantino. Todas las ciudades son como las cebollas, capas sobre capa, tal vez aquí es mucho mas evidente, con un número de habitantes que rondará los 15.000.000 y a caballo entre dos continentes, su pluralidad religiosa, étnica y cultural la convierten en la ciudad mas curiosa de cuantas he visitado.

Istiklâl Caddesi. Beyoglu.


Por cierto esta es la entrada número 600 del blog,
gracias a todos por estar ahí.