
El pequeño gran viaje de hoy nos lleva a los campos y las sierras catalanas a través del tiempo.
Ya les hablé la Navidad pasada del caganer, este curioso personaje de la imaginería popular catalana que es parte imprescindible en todos los pesebres de por aquí. Un señor ataviado con las ropas tradicionales de labrador catalán, -chaleco, camisa blanca y barretina roja- que cuando se dirigía hacia el belén, ha tenido una inesperada llamada de la naturaleza y está en trance de abonar la tierra en el primer rincón disponible.
El pequeño gran libro consta de un interesante prólogo de Jordi Arruga donde se aborda la historia del personaje y sus diatribas a lo largo de la historia. Así nos cuenta, entre otras muchas cosas, que es una figura con antecedentes muy antiguos, en los azulejos donde se esquematizaban las profesiones, o en figuras escultóricas en iglesias románicas i góticas. También se pueden encontrar fuera de Catalunya, en Murcia son conocidos como cagones o cagabelenes, también en Portugal, los cagoes o caganeiros, con la barretina típica portuguesa que es verde y terminada en borla, y hasta en Nápoles, conocidos como cacone o pastore che caca o también uomo defecante, con la indumentaria típica napolitana.

En mi casa luce todo el año este curioso pesebre de una única pieza.
Tras la Guerra Civil Española la represión del franquismo a las manifestaciones de catalanidad, prohibió la barretina y así encontramos en los años cuarenta, caganers con gorro de paja. A partir de los años ochenta del siglo XX resurge con gran fuerza y cada año aparece una figura nueva, habitualmente un personaje popular o mediático, representando alguna profesión o algún ser mítico o imaginario. Así pueden comprender ustedes que el cagager de este año sea el flamante presidente de los EEUU, el señor Obama, que hace unos meses tiene también en Barcelona un bar con su nombre. Así fueron caganers todos los jugadores del Fútbol Club Barcelona, alcaldes, presidentes de la Generalitat, políticos, el Papa Benedicto XVI, locutores de televisión, Papá Noel, Sant Jordi, una monja, un mosso d´esquadra, un palestino o árabe, Santiago apóstol, un luchador de sumo, un submarinista, un bombero, un cámara de televisión, un árbol de Navidad, el euro, Don Quijote, el Príncipe de España y su señora Leticia, y hasta el Negro de Banyoles, por mencionar solo los contemporáneos que aparecen en las ilustraciones, que por cierto que no tienen nada que ver con belleza de las de las piezas tradicionales y sus realistas detalles.

Una de mis colaboraciones fotográficas con el artista Xavier Manubens, tubo como resultado este
caganer, que utilizó como material en sus habituales instalaciones y performaces y fue su felicitación de Navidad de ese año.

Ilustración “Viatje a la lluna” de CESC.
Y recuerden que si hoy es día 9 de febrero toca
luna llena.
Esta noche ya podrán gozar del 100%
Si una módulo lunar catalán llegara a la luna,
seguro con sus pegatinas del burro y el CAT,
lo segundo que harían los astronautas,
después de colocar su bandera barrada,
sería dejar un caganer sobre el polvo lunar.
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