Pioneros 17
El primer trabajo fotográfico que mostré en solitario se llamaba “A la pell dels pioners”. Es decir “En la piel de los pioneros”, construía mis propias cámaras e intentaba imitar a los primeros fotógrafos, crear desde lo básico, desde el principio, con los mínimos elementos.
La foto que veíamos estos días; John Coffer. El señor no solo se metió en la piel, sino que calcó todo su modo de vida. Compró un carro laboratorio, tirado por su fiel amiga Brownie –recuerden como se llamaban las cámaras que hicieron famoso e inmensamente rico al señor Eastman Kodak-, y pasó siete años haciendo de fotógrafo ambulante y realizando paisajes en las montañas, emulsionando sus placas, preparando sus líquidos, utilizando solo viejas cámaras, de cuando se fabricaba con tiento y con amor. Ahora vive de dar cursos en su granja Tintype Camp.

El procedimiento es tan sencillo como peligroso, solo hay que tener mucho cuidado y ser metódicos -dice Quinn-, el elemento químico utilizado para fijar la imagen es el cianuro potásico, y si mezclamos el revelador con el cianuro se produce un gas letal, -el de las famosas cámaras de gas-, también hay que tener cuidado que la plata no alcance los ojos, porque produce ceguera instantánea, aparte de estos pequeños inconvenientes, es un placer asistir en pocos segundos al gran misterio de la fotografía, ver aparecer una imagen estable sobre un soporte tan noble como el cristal o el metal en pocos segundos. Ya explicaré mas detenidamente eso, de momento vean alguna de las imágenes capturadas.

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