Península arriba y abajo. Extremoduro.

Viajes soundtrack nº 4.

Aproximadamente en la misma época de mis viajes a Italia, pasé mas de un año trabajando en diversas ciudades españolas, la cosa era alquilar una furgoneta grande para transportar todo lo necesario, nunca mas de tres o cuatro días, así fuimos triangulando lugares; Girona, Palencia, Ourense, Almansa, Santiago de Compostela, Valdepeñas, Puertollano, etc. Otras las hicimos en avión por razones lógicas como Las Palmas y Tenerife.

No se si ustedes han conducido una furgoneta de este tipo; Fiat Ducado Maxi o Mercedes 313. Son enormes y cuando no están cargadas, bastante difíciles de manejar en días con mucho viento. La altura a la que uno va sentado produce lo que nosotros definíamos como “síndrome camionero”, una exaltación de los valores y egos personales. Conducir por obligación y tener fechas de entrega muy ajustadas es muy duro, por no decir que nunca he estado mas pendiente de los partes meteorológicos de los telediarios que en esos meses. Aún así el trabajo era entretenido y tuve oportunidad de pasar –aunque brevemente- por muchos lugares que de otro modo no hubiera visitado. La música siempre nos acompañaba en las largas horas de trabajo, una vez llegado a la ciudad hay que descargar y empezar a montar, así que en cierta manera el tiempo de conducción era paradójicamente de relax y cada receso en las gasolineras un placer. Conducir tras una gran nevada, con frío, lluvia o calor abrasante, hacen que el interior de la furgo sea un pequeño gran paraíso.

El “síndrome camionero” se disipa a la llegada y tomar el Opel Kadet de camino a casa, tras varios días conduciendo “en lo alto” parece que te hayan degradado, mirar desde arriba al resto de conductores, da un aire de superioridad que desaparece al ponerse a su lado.

Extremoduro siempre nos acompañó en todos los trayectos, su música le pega muy bien a la carretera. Las letras de Robe y sus guitarrazos nos daban energía en cada kilómetro, luchando nota a nota contra el sueño y la monotonía de alguna carreteras españolas.
Canciones como “Pedrá”, “Sol de invierno”, “Ama, ama, ama y ensancha el alma”, “Quemando tus recuerdos” o “Buscando una luna”, junto a mis preferidas “El duende del parque” y “No me calientes que me hundo”, quedaron mes a mes en el aire de la carretera nacional 2, la mas utilizada para llegar al centro de la península.

Extremoduro. “Standbye” (4,08)