La aventura de viajar.

Hace unas semanas vi una enorme pila de ejemplares de este libro en una de las céntricas librerías que frecuento, era como la luz de un faro que me llamaba. Primero fue la fotografía del niño observando la llegada o partida del gran crucero. Luego fue el título; “La aventura de viajar. Historias de viajes extraordinarios”. Después fue el nombre del autor, aunque lo confundí con el prolífico escritor del Capitán Alatriste, Pérez-Reverte; como publica tantas... Pero no, Javier Reverte también fue periodista, también trabajó para televisión y ahora también se dedica únicamente a escribir libros de ficción.

Ante todo les diré que no es un gran escritor, su estilo no es mágico ni depurado, pero en el transcurso de las casi trescientas páginas, hace un recorrido por los viajes mas interesantes de su vida –casi cien países- y cuenta muchas anécdotas divertidas, simpáticas y hasta alguna bastante dura y triste.
Lo que mas me ha llamado la atención de su texto es, que en resumen, su tesis sobre el viaje, es la misma que llevo intentando exponer aquí desde hace casi dos años y 417 entradas.

The Bogside, Derry. N. Ireland. 1996.
En el libro aparece un retrato de Reverte en esta misma pared en 1998.

Vean:

…”Hoy en día son nuestros sentidos quienes nos hacen viajeros, no nuestra mente. Y por eso, el secreto del arte de viajar está en saber abrirse a las sensaciones antes que a la reflexión. El viaje es, sobre todo, una aventura sensual y sentimental”.

Por supuesto Reverte no habla exactamente del “chip del viaje” expresión que robé a Tom Spanbauer de su libro “La Ciudad de los Cazadores Tímidos” –en unos días lo volveré a recordar eso con detalle-, pero sus razonamientos son los mismos.

…“En Nicaragua comencé a ver el mundo con otra mirada, sin percibir todavía que, en cierta manera, me estaba alejando definitivamente del periodismo. Me daba ya cuenta de que, en los grandes viajes, hay que estar dispuesto a dejar de ser quien eres y convertirte en una persona distinta. No existe el gran viaje si cuanto sucede no te transforma en alguna medida.” …

Camellos en una carretera de Marruecos.

En un momento de su vida laboral como periodista, se da cuenta que a pesar de haber visitado numerosas ciudades en multitud de países, haciendo entrevistas y siguiendo los pasos de presidentes, políticos y reyes, no había viajado. Los hoteles con toda su comodidad y los trayectos en coches oficiales de cristales ahumados no le acercaban a los otros pueblos sino todo lo contrario. Así que su decisión fue sencilla, aceptar solo algunos trabajos que le hicieran viajar por placer o viajar por su cuenta y riesgo para tomar notas que le servirían para ambientar sus novelas. Así decidió que la ficción era mas adecuada para exponer lo que había visto y oído que la simple crónica.

Cada capítulo se inicia con una cita de un famoso escritor, alguna tan memorable como esta;

“Como todas las drogas,
viajar requiere un aumento constante de las dosis.”
John Dos Passos. “Orient Express”.

O esta otra;

“Al partir para un viaje,
a quien tiene que decir adiós el escritor es a sí mismo.
William Somerset Maugham. “El caballero del salón”.

Las fotografías que ilustran esta entrada son de los pocos lugares que menciona Javier Reverte en su libro y que yo también he tenido oportunidad de conocer.