Las paredes hablan y 4.

Berlín, junto al río.

…” Nunca habías corrido peligro porque sabías elegir bien, y en el tiempo que transcurría hasta que llegaban los camiones de limpieza se abría para vos algo como un espacio más limpio donde casi cabía la esperanza. Mirando desde lejos tu dibujo podías ver a la gente que le echaba una ojeada al pasar, nadie se detenía por supuesto pero nadie dejaba de mirar el dibujo, a veces una rápida composición abstracta en dos colores, un perfil de pájaro o dos figuras enlazadas. Una sola vez escribiste una frase, con tiza negra: A mí también me duele. No duró dos horas, y esta vez la policía en persona la hizo desaparecer. Después solamente seguiste haciendo dibujos. “…

Escribe Julio Cortázar en su cuento dedicado a Antoni Tàpies; “Graffiti”.
Lo pueden encontrar en su libro. “Queremos tanto a Glenda”.

"La Tertulia" Cofee-Shop.
Prinsentgracht Centrum. Ámsterdam.

La misma pared pocas semanas después. Barcelona.

Hoy terminamos esta pequeña serie dedicada a estos curiosos souvenirs fotográficos que traigo de mis viajes y paseos, con una selección que intenta mostrar la calidad de los trabajos de los muchachos, no intento convencer a nadie de nada, simplemente mostrar mis gustos, decidir que es arte o no, está en la mano de cada uno, y dinamitarlo si así lo creen necesario, recuerden que los museos están repletos de obras de autores ignorados en su tiempo y los almacenes rebosantes de piezas que en su época tuvieron el beneplácito del poder y la crítica.

Así como en un momento determinado se empezó a tomar en cuenta el arte de niños y enfermos mentales, algunos autores que trabajaban en la calle fueron capturados por la crítica y llegaron a las subastas y los museos, léase Jean-Michel Basquiat (SAMO; same old shit) o Keith Haring por poner los mas conocidos internacionalmente, la “máquina” no se detiene nunca, es así, mas vale caer en gracia que ser gracioso.

Con el lápiz en la mano en el muro de Berlín.

Desde tierras de levante nos llega esta reciente noticia,
gracias señorita.
La red es así, demostrando porque se denomina www.
Uno lanza sus cuestiones en una botella al océano
y la mar nos devuelve cientos de respuestas.