Viajes desde la cama 17. El paseante de las dos orillas. Guillaume Apollinaire.
Hace algunos años -en los ochentas- yo tenía un par de hermosas camisetas de la revista El Paseante, enorme y lujosa aventura de Ediciones Siruela, que aparecía trimestralmente, en la biblioteca guardo unos cuantos ejemplares, de las camisetas no sabría decirles. Estaba yo orgulloso del diseño y los textos de ese par de T-shirts que reproducían las portadas de los dos primeros números, y creo que fue en ese momento cuando tuve la respuesta a la famosa pregunta que tanto me habían hecho; “¿qué quieres ser cuando seas mayor?”. “ Yo de mayor quiero ser paseante”.
Hoy les presento un curioso viaje a la Ciudad de la Luz, por el Paris de las vanguardias de principios del siglo XX, de la mano de otro ilustre paseante, el hiperactivo Guillaume Apollinaire. Uno de los libros mas frikis y singulares que he leído en mucho tiempo, curiosa recopilación de paseos por las dos orillas del Sena, una ida y vuelta zigzagueante y sin un orden especial.
De la mano del señor Wilhelm Albert Vladimir Apollinaris de Waz-Kostrowitcky caminamos por callejones anodinos, descubriendo singulares rincones y personajes no menos extraordinarios; un viajero coleccionista de bibliotecas, una bodega frecuentada por un puñado de gente especial perteneciente al célebre marchante Wollard, un librero celoso de sus libros que no los vendía si el comprador no le satisfacía, o un poeta y coleccionista de los mas extraños objetos.
Las postales del Grand y Petit Palais son originales de mi colección y aparecieron hace tiempo en algún POSTALER, o en los diversas entradas sobre viajes a Paris, hoy las he querido retomar con una mayor calidad para que puedan observar los detalles de los personajes que por ellas “pasean”. Clicken por favor.
"Una obra que sigue la tradición francesa de la flânerie, que mas que un “paseo”, implica una actitud vital y constituye un género literario cultivado por autores como Rebelais, Rétif o Baudelaire, quien lo definió como la capacidad de “estar fuera de casa, y sin embargo sentirse en todas partes como en casa” ”. De la contraportada.
¿No les suena esto a definición de ponerse el chip del viaje?
Etiquetas: Ciudades, Postaler, Viajes desde la cama
5 Comments:
At 22:40, MeTis said…
postales de francia y escritas en ingles, vaya mezcla. 1911?? ya ha llovido desde entonces.
siempre dije que mi viaje de novios seria a paris (tipico verdad?). Ahora ya no quiero ir.
cuidese señorito.
y no ponga esa cara que le saldran mas arrugas.
At 23:34, Anónimo said…
TA
que ilusión viendo la ultima foto... como te sientes con un hombre a tus pies a lo más puro estilo Paris 1900... ?
ya te paso lo que me llegó hoy sobre Paris de antaño.. besos
At 10:55, xnem said…
Muchas gracias señorita Ta, el PDF sobre la expo-universelle 1900 muy completo, hay muchos de los pabellones que no conocía. Tengo bastante material robado de “la Internet” sobre el tema y dudé si poner alguna cosa en el post, pero ya sabe que yo prefiero material de “mi propiedad”.
Lo del hombre a mis pies que quiere que le diga, prefiero a una señora.
Señorita metis usted se lo pierde, no por lo del viaje de bodas que me parece una excusa como cualquier otra para viajar y disfrutar del viaje, Paris es una ciudad enorme y casi plana, especial para patinadores y caminantes de a pie. A mi me encanta perderme por allí y siempre hay algún rincón nuevo por conocer.
Y las arrugas -que lo sepa- me salen de reir.
At 18:46, WODEHOUSE said…
La editorial Siruela que nacio en los ochenta publicaba libros apaionantes y singulares como el Bizconde Demediado de italo calvino, en una preciosa encuadrenacion, uno de los libros que cambio mi rumbo de pensamiento, mi estilo de ver la vida...
Recuerdo la revista El Paseante, realmente una loca aventura preciosa que, al ser un tanto cara para mi bolsillo de la epoca, me deleitaba ojeando algun que otro ejemplar pillado al azar...me encanta este post y Apollinaire me apasiona por sus caligramas, un loco maravilloso. Me gustaria encontrar un ejemplar de este libro...un besazo, paseante. Esta ud. muy propio y le va con su fisonomia...es un oficio precioso si estuviera bien retribuido, el de paseante.
At 18:31, TORO SALVAJE said…
Todo tiene su explicación.
Paseante, claro, esa es la piedra angular.
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