Victoria

También es interesante hablar de ciudades pequeñas. A muchos no les va a sonar de nada, pero os diré que Victoria es la capital de Mahé, la mayor de las islas del archipiélago de las Seychelles en el Océano Indico, su continente es África y las podéis ubicar sobre isla Mauricio y al noreste de Madagascar.
Si eso no es el paraíso es lo mas parecido que yo he visto. Si tenéis ocasión, aunque sea una vez en la vida, pasar por allí unos días, “el chip del viaje” os cambiará el chip de vuestra vida.

De pasado colonial francés e inglés fueron estos últimos los que se llevaron el gato al agua, punto estratégico entre el tráfico de las Indias y el continente negro, estuvieron olvidadas por el protectorado durante mucho tiempo. Independientes desde 1976. También conducen por la izquierda y sus gentes son una mezcla extraña de negros, holandeses, indios, ingleses y franceses. Hablan criollo, francés e inglés y allí no existe la prisa. Un día fuimos a la playa de Beau Ballon –las mas popular de la isla-, había un solo restaurante, entramos nosotros seis y una pareja de franceses al mismo tiempo. Tardaron dos horas en preparar las comidas de todos.

En Victoria podemos ver los típicos ejemplos de arquitectura colonial con tejados metálicos, la fotos están tomadas en el bullicio de un día de mercado. Para corroborar su pasado, en una de las plazas principales hay un reloj en forma de Big Ben del tamaño de una fuente pública. La belleza de sus habitantes es una de las cosas que mas sorprenden, negros de pelo rubio rizado, jóvenes de rostros delicados y sonrisa fácil.

Los domingos para ir a misa las señoras se tocan con pamelas y vestidos de colores pastel verdes o rosas. Por la tarde una de las fundamentales diversiones es llevarse una manta, sentarse en el césped junto a la verja del aeropuerto y ver los aviones partir desde su única pista.

Un dato curioso, en estas islas no hay Coca Cola; hay SeyCola, y la cerveza se llama Seybrev, y así todo, Seylemon o Seyorange. Todas las botellas son idénticas.
Las islas son de terreno granítico y el viento y el agua a esculpido grandes bloques junto al mar, todas están rodeadas de arrecifes coralinos, así los tiburones no pueden llegar hasta las playas.

De las casi cien islas, solo visité unas cinco o seis, es bastante difícil desplazarse sin trasporte propio, pero eso lo dejamos para otra ocasión, ya hablaremos otro día de viajes temáticos a Islas Paradisíacas.