Murcia “mon amur”. Comer, beber y dormir.

Que ganas tenía de fly Robin fly y ver el Prat perderse en el horizonte.
Pero lo bueno se hace esperar, así que llegar a algunos sitios siempre es complicado y con ganas mas. El aeropuerto de San Javier parece destinado a estrellas del R&R, aterrizaje veloz en Alicante y hora y media contemplando un cartel turístico, la última vez que llegué aquí volando me pasó lo mismo, no parece un problema prioritario solucionar los huecos en el horario de autobuses.

Luego también lo ví en vivo y en directo desde el autobús.

En este caso la “Silver Convention” era en Murcia, tal vez una de las ciudades mas feas y masacradas de la península, el problema del continente lo supera con creces el contenido, -a pesar de que por aquí haya un alto porcentaje de gente muy rara-, viven en ella lo mejor de lo mejor. Gracias amigos por tratarme tan bien.

Si lo que me hacía falta era dejar el día pasar, comer, beber y dormir, estaba en el lugar apropiado. Veinticinco grados nada mas llegar, solecito y paseo por las terracitas, a degustar ese gran surtido de la cocina local, que hace que las calles del centro, los bares y las tascas mas auténticas estén siempre a rebosar. Si pasan por allí ya saben; marinera, caballito, matrimonio, empanadas, ensaladilla, zarangollos, paparajotes, pastel de carne, longaniza, pisto, caldero...

Una cervecita y una marinera.

Espacio AV hasta el 17 de mayo.

Además Murcia suele tener una interesante oferta cultural, tuve la suerte de poder ver la retrospectiva de la fotógrafa Francesca Woodman (1958-1981) antes de su paso por Madrid en el festival Photoespaña, no se la pierdan vale la pena, con copias inéditas y varios videos.

Mas imágenes de la fotógrafa.


Y aún siguen llegando repercusiones.
"les fous du collodion humide!"