De mi ojo clínico y otros ultimátums.

Ya saben que antes de un viaje importante suelo informarme, puedo pasar semanas e incluso meses buscando información. Hace mas de un año ya, me empezó a entrar el gusanillo de Egipto, compré mi guía El País Aguilar, me leí todos los libros que tengo en casa sobre arte faraónico, y devoré todo lo que encontré sobre Howard Carter y su expedición en busca de la tumba de Tutankamón, como la economía y el tiempo disponible ya estaban de baja, terminé pasando mañanas y tardes enteras en el British Museum. Un día se me ocurrió que si no podía ir una semana a El Cairo, tal vez podía ir unos días a Túnez a buscar los escenarios de Star Wars. Así que si ustedes han escuchado las noticias en las últimas semanas entenderán que si un día tengo el tiempo y el dinero necesario, terminaré en Torino. Como seguro saben, en Turín además de la famosa Síndone, la Sábana Santa, hay uno de los museos egipcios mas importantes de Europa.

Todo esto viene a cuento, como en el anterior post, tras el enésimo visionado del film Ultimátum a la Tierra de Robert Wise, 1951, se me ocurrió que los noticiarios del día y el film estaban directamente relacionados, la peli de la Twentieth Century Fox nos habla del rapapolvo que nos quieren pegar los marcianos por ser tan zafios, manazas y desconsiderados con nuestro propio planeta, para el bien de la galaxia proponen suprimirlo. El otro día un señor contaba en Radio3, si no entendí mal, que mas de un millón de personas VIVEN en el cairo de reciclar la basura nocturna. San Google me ha confirmado esta información; “medio millón de personas viven en La Ciudad Basura de El Cairo”. Es posible que si alargamos la cadena salga la cifra comentada.