Entrando en Galicia

Sábado mañana, tras la tormenta de anoche, de nuevo sol radiante y aire limpio, las urracas cruzan la carretera y las cigüeñas sobrevuelan el coche, paro a poner gasolina en Pedradita, por momentos el aire se vuelve frío, el señor de la estación de servicio con un grueso anorak, me comunica que la carretera hacia donde yo me dirijo está cortada.
Asciendo el puerto de montaña rumbo O Cebreiro bajo una espesa niebla, parece que Galicia me da la bienvenida, este tramo es Camino de Santiago y las siluetas de los peregrinos van apareciendo por los márgenes cargados con sus carretones y mochilas.
La niebla es muy intensa y no veo el cartel del pueblo, decido parar a preguntar, tengo unas directrices un poco surrealistas de cómo llegar a mi destino, y sobre todo me preocupa la frase “no lleguéis de noche, pues sería algo complicado dar con el lugar”. La niebla es como si fuera de noche.

Aparco en el arcén y entro en el pueblo, parece que también le ha llegado su hora del agro turismo, varios restaurantes y obras por todas partes, es un lugar hermoso, con el tiempo detenido, paredes de enormes piedras y algunos techos de paja o pizarra. Encuentro una chica filmando una fuente, le pregunto. Carla es italiana de la costa adriática, de “el tacón del la península” me cuenta, que estoy en O Cebreiro y que viene de Santiago con un amigo que ha encontrado hace un par de días, que hace el Camino a la inversa y a caballo. Voy a hablar con él.

Rubén es fotógrafo de Las Palmas, está descansando junto a su caballo Tango, que come la poca hierba que crece junto a una casa circular de techo de paja, similar a las pallozas del Bierzo. Trabaja haciendo fotos para un periódico de la isla y ha llegado a Santiago de Compostela por la antigua ruta de la Plata desde Tarifa, bordeando Portugal, y su camino no termina aquí, ahora hace el tramo de Santiago hasta Paris.
Intercambio de banderines y me despido, la niebla arrecia, visito veloz la impresionante capilla del lugar donde parece reposar el silencio y el cansancio de miles de peregrinos.
Con la imagen de los peregrinos a caballo me interno de nuevo en la carretera, el primer desvió está muy cerca.

Carla, Rubén y Tango.

Rubén y Carla un grato saludo. Va por vosotros.
Recuerdos a Tango y
Buen viaje!