Lo Delta 2

El Ambigú mas verde.

Como os dije en el anterior post sobre el Delta del Ebro, por motivos laborales este mes haré unos cuantos viajes a Tortosa. Como de momento el trabajo aprieta pero no ahoga, ayer no terminé tarde y me fui de nuevo al delta a perderme un rato. Efectivamente me perdí y sin querer me fui al otro lado del río. Mi intención era bajar al pueblo de la Aldea y de allí intentar encontrar algún camino hacia el primer faro en la arena de la playa. Me equivoqué de carril y fui dirección a Amposta, así que me dediqué a deambular, tome dirección a Sant Carles de la Rápita, en ese momento en la radio empezaba mi programa favorito; “El Ambigú” que dirige y presenta Diego A. Manrique, así que paré en una gasolinera, llené el depósito y me metí por los caminos interiores rumbo a Poble Nou.

Sigo a Diego desde el principio, siempre escucho Radio3 en el coche, normalmente entre atascos y semáforos de la gran ciudad. Yo siempre he pensado que Diego hace el programa para mi, me pone la música que mas me gusta y me muestra todo aquello que desconozco y me va a encantar. Ayer sin ir mas lejos se puso a jugar a unos de mis entretenimientos habituales; el juego de las versiones. Se trataba de comparar los éxitos originales del soul con versiones jazzísticas. Y ahí me tienen, con la ventanilla abierta, saludando a las aves acuáticas, entre campos y mas campos de arroz, como un mar verde. De tanto en tanto hacía una parada para tomar una foto dejando las puertas abiertas; de fondo sonaban Marvin Gaye o Temptations y sus versioneadores.

Marvin Gaye. "Ain´t No Mountain High Enough".

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Temptations. "Under the Boardwalk"

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Entre canales y cruces, la sombra de algunos eucaliptos, me detengo en los miradores en las grandes charcas, no veo flamencos, paso veloz por Poble Nou; un lugar ideal para perderse entre semana. Veo pasar turistas muy bronceadas en sus bicicletas de alquiler que vienen de la playa. En ese momento vuelvo a cambiar de intención y pienso que un buen final, es ver el autentico mar, así que allí voy. El agua no es azul sino marrón como en la mayoría de desembocaduras de ríos importantes y la arena amplia y bastante oscura. Cerca del coche hay un chiringuito, con unos lugareños. Me tomo una Estrella Dorada de lata en baso de plástico, mientras observo la lona que da sombra oscilar con el viento. El camarero lleva unas grandes alas tatuadas en la espalda. Parecen que las noches por aquí son bastante concurridas. El Bar se llama “Fragments of Heaven”, al ir a pagar le pregunto por el nombre, me contesta en el catalán cerrado de la zona:
-“Se lo puse yo.”
-“Fragments? ¿Y porque no todo? Le respondo.
-“¿Y para que lo quiero todo? Me contesta.