Pioneros 20. Evento histórico.

El patio de la antigua fábrica textil.

Antes de nada, vean esto.

Momento mágico. Bcn 28 de mayo 2008.

Observen el tamaño de la placa de cristal.

Con la habilidad que caracteriza a los muchachos de ATELIERETAGUARDIA se pidieron todos los permisos necesarios a la autoridad municipal competente, con el fin de realizar un evento jamás visto en la ciudad de Barcelona. Era cuestión de no de desaprovechar los días de intervalo entre un curso y otro y la disposición de Mr. Quinn.
El lugar escogido está a unos minutos del local, así no hacía falta trasladar allí el laboratorio portátil –aunque como verán, tampoco hubiera sido posible por cuestiones de tamaño-. Sacar la Gran Cámara a la calle es un trabajo duro, la última vez lo pudieron ver ustedes en estas páginas, fue en la excursión a Poblet y alrededores. Tremendo despliegue de medios y tras la exitosa prueba en el estudio, Quinn la solventó con maestría, como si lo hubiera estado haciendo toda la vida y era la primera vez que emulsionaba una placa de cristal de este tamaño, no sobró, ni faltó una gota de colodión.

Bonjour monsieur Llorens.

Tras la fantástica toma del patio interior, bajo el cielo nublado –de nuevo la meteorología se alió con nosotros- partimos hacia la Rambla del Raval, el lugar indicado no podía ser otro que el Gato de Botero –la pieza monumental mas maltratada de la ciudad, que tras recorrer tres o cuatro nefastos emplazamientos fue a para aquí, donde perdió los bigotes una vez mas, afortunadamente repuestos en una curiosa operación de cirugía-.

El solitario Gato de Botero con las furgonetas de reparto de comida pakistaní fue la primera placa al aire libre. Tras10 segundos de exposición, Quinn corrió al laboratorio a positivar, el tiempo determinado era el correcto e incluso las salpicaduras de colodión parecían realizadas a propósito. Con un rostro de los que hacen historia, tras un breve lavado, Quinn bajó la foto a la calle a mostrarla al público, y al resto del equipo que custodiaban el material, Mr. Quinn no caminaba, volaba.

Summer, Quinn and Jane.

La nueva toma debía de ser el propio Quinn con la placa, y así fue. Otro éxito a la primera y por fin un retrato familiar, donde los tres Jacobson demostraron estar acostumbrados a soportar exposiciones de varios segundos, sin mover una pestaña.