Viajes temáticos 4
Viajes de placer.
Normalmente entendemos viajes de placer como lo contrario a un viaje laboral, por motivos de trabajo, aunque últimamente la gente se preocupa mas en relajarse y realiza viajes por el puro placer de sentirse mejor, así hay quien elije un balneario u otro tipo de locales donde le hacen una “puesta a punto” y el tiempo se emplea principalmente en descansar y buscar bienestar corporal.
No es exactamente ese el caso de hoy pero al final lo parecía. Lo que en principio era una comida en la montaña, terminó como “improvisado balneario”.
Se reunieron en el marco incomparable de las faldas de la montaña de Montserrat un nutrido grupo de personas de diversos países; alemanes, italianos, franceses, brasileños y unos cuantos de diversas regiones de por aquí. La mayoría desconocidos entre si. Comida al aire libre recién salida de las brasas y regada con abundante vino, cerveza y espirituosos italianos explosivos (Toro: 92 grados!) para digerir y los mas osados voleibol de sobremesa. Inesperadamente alguien dijo la palabra mágica; masaje y apareció una camilla especial para tal en la cancha-comedor. Después aparecieron unos cuencos tibetanos y el espectáculo cambió, se logró reunir a los dispersos comensales alrededor de las vibraciones de la madera de la mesa y hasta los perros revoltosos se calmaron, después decidimos que la pequeña iglesia de la masía sería el lugar idóneo para escuchar el relajante y revelador sonido de esos instrumentos. Y así sin pausa y sin prisa cayó la noche.
He estado buscando una canción, un tema de aproximadamente dos minutos para mostrar como ejemplo del buen “rollo” que puede proporcionar la música. Me parece que este tema de J.B. Lenoir; “I Fell So Good” de su disco “Vietnam Blues” era el mas indicado. Pónganlo ustedes por la mañana antes de empezar a trabajar y si no tienen nada que hacer, mejor que mejor. Y a sentirse bien!.
No es exactamente ese el caso de hoy pero al final lo parecía. Lo que en principio era una comida en la montaña, terminó como “improvisado balneario”.
Se reunieron en el marco incomparable de las faldas de la montaña de Montserrat un nutrido grupo de personas de diversos países; alemanes, italianos, franceses, brasileños y unos cuantos de diversas regiones de por aquí. La mayoría desconocidos entre si. Comida al aire libre recién salida de las brasas y regada con abundante vino, cerveza y espirituosos italianos explosivos (Toro: 92 grados!) para digerir y los mas osados voleibol de sobremesa. Inesperadamente alguien dijo la palabra mágica; masaje y apareció una camilla especial para tal en la cancha-comedor. Después aparecieron unos cuencos tibetanos y el espectáculo cambió, se logró reunir a los dispersos comensales alrededor de las vibraciones de la madera de la mesa y hasta los perros revoltosos se calmaron, después decidimos que la pequeña iglesia de la masía sería el lugar idóneo para escuchar el relajante y revelador sonido de esos instrumentos. Y así sin pausa y sin prisa cayó la noche.
He estado buscando una canción, un tema de aproximadamente dos minutos para mostrar como ejemplo del buen “rollo” que puede proporcionar la música. Me parece que este tema de J.B. Lenoir; “I Fell So Good” de su disco “Vietnam Blues” era el mas indicado. Pónganlo ustedes por la mañana antes de empezar a trabajar y si no tienen nada que hacer, mejor que mejor. Y a sentirse bien!.
13 Comments:
At 12:44, Jose M. Sánchez "Daze" said…
Diossss, qué maravilla. Siempre he querido pasar una velada así. un improvisado balneario. Fantástico. Y encima aderezado con espirituosos italianos explosivos de 92 grados, jajaaj. Eso siempre nos hace volar eh?Saludos
At 13:59, Reaño said…
Hola Fiera! veo que estás monacal y tibetano...
bueno, ponte un poco zen y ven al Bar que hay una botella de Ribera del Duro con tu nombre pegado... el bar empieza en unos minutos (espero) ni bien el youtube me lo permita.
Un abrazo!
At 14:54, xnem said…
Pues nos vemos TODOS en el BAR de Reaño!
Ballad of a Thin Man ustedes ya saben.
At 15:29, Rach said…
Conichiwa! Buena velada la que narras, a más de uno nos gustaría haber estado allí... aunq por mi parte prefiero dar masajes a recibirlos, nunca le hago ascos a una buena puesta a punto, y si es en un ambiente tan cálido como ese... bienvenido sea!
Un saludo!
At 15:32, Pam said…
Eyyy, qué buena idea!!
Qué gustito eso de los masajes. Reconozco que tengo a mipareja un poco amargada al respecto, siempre pidiéndole masajes aquí y allá. Es que no puedo, no puedo... es una debilidad.
Por cierto, en Can Atreyu se ha abierto debate sobre el tema CELOS. Me encantará saber tu opinión al respecto.
Besitossss
y buen finde!!
At 15:42, Anónimo said…
Me parecen maravillosas esas fotos. Con lo que amo el Tibet y lo tibetano!
At 16:06, amelche said…
Cuencos tibetanos y todo... ¡No os privais de nada! ¿Y fue todo improvisado? ¿Lleváis cuencos tibetanos en el maletero del coche así, por costumbre? Yo sólo llevo la rueda de repuesto en el maletero.
At 16:17, Marga said…
Siii, una de masajes por fa!!! en una pradera, con unos vinitos, buena compañía.... uffff, ni todos los balnearios del mundo podrían igualarlo!! (Bueno, tal vez únicamente el de la peli Ojos negros con Mastrionani a mi lado leyendo en voz alta poemas desgarrados mientras miro el mundo, jeje)
Besossssssss de tarde, ou yeah!
At 17:27, Mac said…
Sabes? hay una persona, Enrique Carriedo se llama, especialista en cuencos tibetanos. Yo fuí a un concierto suyo, totalmente informal en su casa de Madrid y me encantó: Es una auténtica pasada! Con los ojos cerrados se ven todo tipo de colores y se experimentan sensaciones corporales muy variadas, según como los toque.
Cuando aprenda a poner música te pondré algo, tengo un disco suyo.
Besitos de atardecer!
At 18:24, Rivilla said…
Pues ya tengo curiosidad de escuchar esos cuencos y sentir colores y calores con sus vibraciones.
At 22:06, if said…
Jajaja. Toda la vida sin haber oido hablar de los cuencos esos y últimamente no oigo hablar de otra cosa.
At 23:47, RosaAmarilla said…
Solo de ver la foto me está relajando.
Besotes gordotes
At 6:06, Nanny Lidia said…
Las reuniones sin planear son siempre las que mas nos quedan en la memoria y casi siempre son un recuerdo grato, esas fotos hacen a uno sentirse bien,
gracias
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