"Inocencia neandertal"

Viajes temáticos 3. Segunda parte.

Me ha hecho mucha gracia el comentario de Marga definiendo nuestra perplejidad ante los fenómenos extraordinarios de la naturaleza como “inocencia neandertal”, ya sabéis que normalmente utilizamos solo una pequeña parte de nuestra potencial craneal, -bueno algunos solo utilizan la médula espinal y aún les sobra-.
Fotografié mi primer eclipse a principios de los ochenta, -buscaré la única imagen que conservo porque vale la pena-, pero solo valió la pena una de todo un carrete.
Es difícil técnicamente, hay que tener un equipo aceptable y ganas. Pero un eclipse se lo puede fabricar usted mismo con un plato y una lámpara, lo interesante es aportar algo mas, el entorno por ejemplo. Y así en busca del entorno estaba yo en la Toscana pasando el verano del 2000. Eclipse total en centro Europa y yo aquí un poco lejos, pero no demasiado, así que dije hay que ponerle un “marco incomparable” y pensé que lo mejor era dirigirse a una plaza de Florencia y hacer unas tomas junto al Campanile de Giotto o la catedral. Tomamos “la Opel” y vamos para allá, pero señores en Firenze está nublado. Así que retrocedemos y al final contemplamos un hermoso eclipse parcial desde la base misma de la Torre de Pisa, rodeados de una fauna de turistas equipados con toda clase de artilugios utilizados como filtros. Aunque lo mas simple era verlo en la propia mano a través del los cristales de unos pequeños prismáticos.

En mayo del 1994 gracias a la alianza del sol y la luna pudimos ver un curioso atardecer desde la montaña de Montjuich de Barcelona.