Aviones plateados

En condiciones normales, los aviones que llegan a Barcelona desde el sur para aterrizar en el aeropuerto de el Prat, sobrevuelan el mar hasta el Barrio de Pueblo Nuevo o Sant Adriá y giran para tomar la pista en diagonal, descendiendo a la altura del río Llobregat.

Cuando era pequeño vivía en el bajo de un edificio, en un barrio cercano al río. La puerta de la calle miraba frente al mar, apenas estaba a un kilómetro desde la casa, pero era imposible llegar, un muro de almacenes portuarios franqueaban el camino. La playa mas cercana estaba bastante lejos.
En numerosas ocasiones mi madre sacaba una silla a la calle y cosía, y mientras cosía iba contando los aviones que pasaban.

Yo he contado muchas veces los aviones que giran para aterrizar desde la playa de la Barceloneta, a veces hay tres o cuatro preparados para descender, cada tres minutos pasa uno.

No se que pensaría mi madre sobre las personas que llagaban por aire a la ciudad, sobre los inquilinos circunstanciales de aquellos aparatos. Ella nunca subió a un avión.

(Contracampo: en la fotografía. Una turista japonesa contempla el mar pensativa. Playa de la Barceloneta. ¿Estará contando aviones?)