Síndrome de Florencia en Roma.
Restaurando la buenaventura de Caravaggio en vivo y en directo.
Museos Capitolinos.
Museos Capitolinos.
En la capital italiana no es extraño, sentir una experiencia semejante, a la sufrida por el escritor francés Stendhal, en la Basílica de la Santa Croce florentina. Y no es solo por la cantidad ingente de obras maestras que atesoran sus numerosos museos e iglesias, sus calles aunque sucias y con un tráfico insoportable, están cargadas de historia, cientos de rincones apasionantes, repletos de restos de esculturas sublimes y templos que en otro tiempo fueron los mas altos exponentes de la belleza y la sabiduría humana.
Debo decir sin rubor, que el momento álgido, donde el corazón latió con mas intensidad y se me hizo un nudo en la garganta, no fue antes los frescos de la Capilla Sixtina, ni ante el Moisés o la Pietà de Miguel Ángel, tampoco ante las numerosas pinturas de Caravaggio, ni siquiera en el interior del Pantheon, el templo de todos los dioses, el momento en que me flaqueó la voz, fue bajando las escaleras de las gradas de Piazza di Siena a la llegada al lugar donde se iba a retransmitir el partido de la final de la Copa del Mundo. La sola visión de una muchedumbre predispuesta a divertirse en un fin común, hizo que me sintiera parte de ese río de emociones. Una vez mas, por suerte, la gente ha ganado ante las piedras y los objetos.
Debo decir sin rubor, que el momento álgido, donde el corazón latió con mas intensidad y se me hizo un nudo en la garganta, no fue antes los frescos de la Capilla Sixtina, ni ante el Moisés o la Pietà de Miguel Ángel, tampoco ante las numerosas pinturas de Caravaggio, ni siquiera en el interior del Pantheon, el templo de todos los dioses, el momento en que me flaqueó la voz, fue bajando las escaleras de las gradas de Piazza di Siena a la llegada al lugar donde se iba a retransmitir el partido de la final de la Copa del Mundo. La sola visión de una muchedumbre predispuesta a divertirse en un fin común, hizo que me sintiera parte de ese río de emociones. Una vez mas, por suerte, la gente ha ganado ante las piedras y los objetos.
Vidriera de Fernand Lèger.
Museos Vaticanos.
Hoy cerramos con algo emotivo,
Massimo Troisi -no se pierdan el final por favor-
y la música de Pino Daniele.
El síndrome de Stendhal.
Museos Vaticanos.
Hoy cerramos con algo emotivo,
Massimo Troisi -no se pierdan el final por favor-
y la música de Pino Daniele.
El síndrome de Stendhal.
9 Comments:
At 20:37, TORO SALVAJE said…
La Pizza al taglio también emociona.
Saludos.
At 20:45, xnem said…
Por supuesto, y el chianti, la piadina, la mozzarella di bufala, la tripa romana...
Otro día señor Toro hablamos de donde comer en Roma.
At 23:54, Anónimo said…
Ta...
Mira por donde!!... cuando llegué a Europa hace 20 años, después de empaparme de Paris, viajé en coche hasta Italia y llegando a Firenze me he bloquado! no podia ver nada más de obras de arte! Me daba agobio , me sentia con la mente llena de nubes...miraba pero no veía... era tanta info y tanta belleza que no he podido ver todo lo que habia por ver... necesitava ir a los parques para huyr de las obras y descansar la mente...y ahora veo que era Sindrome de Stendhal!! que glamour!!
vaya!!Soy una romantica!
bs
At 22:05, amelche said…
Vaya piececito... Mañana me voy yo a Irlanda, ya le contaré.
At 1:29, Unknown said…
Maravilloso! La dolce vita! A gozarla!!!! Cariños.
At 8:50, Margot said…
He de confesar que cuando estuve en Roma acabé tan saturada de imágenes "capturables" que me costó digerirlas un buen tiempo.
No debe ser bueno el exceso, no señor, jeje.
Pero regresaré para disfrutar la ciudad con calma y vaciando la mirada...
Besos con gente!
At 12:26, MeTis said…
para eso no era necesario ir a Roma. Yo si voy a Roma SI es para ver a Moises.
y al camino a Santiago, aunque para eso tampoco era necesario andar tanto jajaj
besos.
At 20:56, xnem said…
No, nunca es buena la sobredósis, pero lo seguimos digiriendo lentamente en casa.
Señorita amelche, buen viaje! no se olvide el paraguas.
Señorita tanginika usted por aquí, ¿que hay de nuevo?
At 14:37, la gata said…
Roooma, eterna, maravillosa...Recuerdo con especial emoción a ese magnífico Moisés que parecía que se iba a levantar en cualquier momento.
Disfrute mucho y´haga muuuchas fotos (y sopra tutto, compartalas con nosotros)
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