Jardines

El jardín de la casa de Binissalem.

En numerosas ocasiones muchas localidades de Mallorca nos parecieron “pueblos fantasma”. Parece ser que en verano la gente vive “hacia adentro”; puertas y persianas cerradas, solo a la tarde- noche algunos habitantes sacan sus sillas, para charlar tomando la fresca o dejan abiertas las puertas exteriores. Así podemos apreciar sus bellas casas; simples, con un gran patio interior y a veces también un jardín. El de la casa de Binissalen que utilizamos como campamento base, era fantástico, realizado por el propietario, un sueco que se dedica a ello.
Desayunar en un rincón de esa maleza era muy relajante y compartir la comida con los gatos que llegaban, de no se sabe donde, y con los caracoles.

Los baños árabes de Palma.

En Palma se conservan en el jardín de una casa, los restos de unos baños árabes, y camino a Sóller pudimos visitar los magníficos jardines y la casa de Alfàbia; gran casa señorial rodeada de enormes jardines decimonónicos y huertos de limoneros y naranjas del siglo XVIII, disponen de un pequeño bar donde puedes degustar el jugo de los frutos directamente de la huerta.

Jardines de la Alfàbia. Comienza el estrés.