La Farola
La Farola es el nombre con el que se conoce el faro mas grande de la costa barcelonesa, está cerca de la desembocadura del río Llobregat. Ahora un poco mas lejos porque el cauce ha sido desviado para ampliar la entrada del puerto, cuando finalicen las obras será mas del doble de su capacidad de trabajo actual.
Cuando mi padre era un crío tenía que caminar un rato por la arena, desde el pie de la Farola hasta el agua. Yo llegué a bañarme en esa pequeña playa, pero estaba justo al lado de las rocas, incluso habían ampliado el volumen de piedras de la base para evitar posibles desperfectos en las tormentas.
La ampliación del puerto ha creado una gran base de tierra y cemento y la vieja Farola se encuentra ahora rodeada de enormes almacenes industriales, está prohibido el paso porque se encuentra en terrenos del Puerto Franco. La podéis ver si aterrizáis en el aeropuerto del Prat desde el mar, es impresionante.
Las fotografías son de principios de los ochenta, iba muchos domingos por allí a pasear el perro en esa época, la zona estaba muy degradada, basuras, escombros, huertos salvajes y la desembocadura se tapaba a menudo de porquería que bajaba corriente abajo, aún no habían casi depuradoras.
De pequeño mi padre nos acompañaba a la base de la Farola, había un mini bar y nos compraba una Mirinda o un Orange Crush, en el camino habían pescadores que vendían mejillones a platos en una bolsa de plástico;
-¿Cuántos quiere?
-Plato y medio.
-Muchas gracias.
Mi padre los cocinaba al vapor con un poco de limón el domingo a medio día, antes de que mi madre terminara de hacer la paella.
Cuando mi padre era un crío tenía que caminar un rato por la arena, desde el pie de la Farola hasta el agua. Yo llegué a bañarme en esa pequeña playa, pero estaba justo al lado de las rocas, incluso habían ampliado el volumen de piedras de la base para evitar posibles desperfectos en las tormentas.
La ampliación del puerto ha creado una gran base de tierra y cemento y la vieja Farola se encuentra ahora rodeada de enormes almacenes industriales, está prohibido el paso porque se encuentra en terrenos del Puerto Franco. La podéis ver si aterrizáis en el aeropuerto del Prat desde el mar, es impresionante.
Las fotografías son de principios de los ochenta, iba muchos domingos por allí a pasear el perro en esa época, la zona estaba muy degradada, basuras, escombros, huertos salvajes y la desembocadura se tapaba a menudo de porquería que bajaba corriente abajo, aún no habían casi depuradoras.
De pequeño mi padre nos acompañaba a la base de la Farola, había un mini bar y nos compraba una Mirinda o un Orange Crush, en el camino habían pescadores que vendían mejillones a platos en una bolsa de plástico;
-¿Cuántos quiere?
-Plato y medio.
-Muchas gracias.
Mi padre los cocinaba al vapor con un poco de limón el domingo a medio día, antes de que mi madre terminara de hacer la paella.
11 Comments:
At 9:45, Lost in Translation said…
ooooooooh como es la vida....la mirinda la descubrí yo hace 2 años en argentina. Yo pensé que era un producto especial de alli pero veo que en España hubo un tiempo que habia mirinda. Que gracia, lo que se aprende en tu blog no tiene precio.
At 10:12, xnem said…
Lost el primer corto cinematográfico que hizo Santiago Segura se llamaba "Mirindas asesinas". Otro homenaje supongo.
Así que en Argentina vaya, pues no se si he visto algún cartel de Orange Crush en alguna parte también. Abrzo.
At 10:15, xnem said…
Choritos? no sabía, si que se que aquí se les llama "musclos", porque en catalán se llaman así, y es una palabra que se ha castellanizado,como otras tantas. ¿Te suena "capicúa"? esa es otra (cabeza y cola).
At 10:45, Marga said…
Es impresionate desde el aire, ajá.
Jajaja mirinda!! a veces la pido de coña y me miran con cara de "eso qué es"? yo tambien la tengo pegada al recuerdo de domingos infantiles, junto con los tebeos y las malditas coletas tirantes!! creo recordar que tenía un sabor tan dulce como esas mañanas
At 12:57, Unknown said…
La segunda fotografía me encanta el contraste que tiene. Muchas gracias por tu visita a mi blog. Nos vemos. Felicidades por tu blog.
At 13:42, hack de man said…
Mirinda!!!! Q fuerte!! M acuerdo d cuand o era pequeño. Luego desapareció, y hace poco hablando con mi prima por el messenger (tiene 24/25 años), haciendo broma con ella salió lo d la mirinda, y m responde: Mirinda? Q es eso?
Ostia, q bofetada... ;-) M acababa de llamar pureta por toda la cara...
Vaya bien!
H.
At 14:51, Reaño said…
faroleando, faroelando... voy cantando en Lunfardo... vengo a darte un abrazo fiera! antes de la siesta.
At 16:27, amelche said…
Es una pena que no se pueda ir ya andando al Faro. Yo también me acuerdo de la Mirinda, ¿será que ya tengo cierta edad?
At 17:15, Anónimo said…
La Farola, tiene un hermano pobre que vive en las calles alejado de la poesia del mar o de la gloria nostalgica de la memoria ...un diario no diario que se hunde en la mendicancia...
TA
At 17:57, xnem said…
amelche no es una cuestión de edad, -tu lo sabes muy bien porque somos todos unos bollycaos-, es una cuestión de memória.
Ta -bollycao de Ipanema- si es cierto, pero esa Farola vino mucho después. Un francés que se hizo millonario así, pero estaría muy bien que los millonarios se hicieran todos de esta manera, intentando sacar de la mendicidad a otras personas.
At 20:53, if said…
Yo no voy a hablar del faro, sino de los recuerdos de tu infancia que han despertado, y con los tuyos, los míos.
Esos domingos por la mañana desayunando con mi padre dos huevos fritos para tres (él, mi hermana pequeña y yo). Y después nos poniamos el chandal y nos pasabamos la mañana paseando entre una antigua fortaleza árabe en medio de un pinar.
Fíjate a donde ha llevado este faro, al pinar al lado de una fortaleza árabe en medio del valle del Ebro. ¿A esto se lo considera viajar?
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