El lugar mas lejano

…” Habían hecho cosas peligrosas antes. Algunos habían pilotado aviones de guerra. Otros habían aterrizado un avión de combate sobre la cubierta de un portaaviones en alta mar y en plena noche. Casi todos habían llevado una nave aérea supersónica todavía no probada al límite de sus posibilidades. E incluso algunos de ellos, los más veteranos, habían tripulado un cohete espacial. De modo que no fue una sensación nueva la que experimentaron los tres astronautas la mañana del lanzamiento mientras se colocaban sus trajes espaciales, dejaban las habitaciones de la tripulación y subían al vehículo que los llevaría a la plataforma de lanzamiento.
Sin embargo, cuando llegaron a la base del gigantesco cohete blanco llamado Saturno V, sabían que ese vuelo iba literalmente más allá de lo que nunca habían llegado. El Saturno, más largo que un campo de fútbol (110 metros de la base hasta la punta), era el cohete mas potente que se hubiera tripulado nunca con éxito. Estaba cargado de combustible congelado especial para cohetes y de oxígeno líquido, pesaba más de 2.800 toneladas y contenía tanta energía explosiva como una bomba atómica. Entre sus componente –estimados en 3 millones- se hallaba un cerebro electrónico programado para poner el Saturno en órbita terrestre. En la tercera fase, el motor sería apagado y vuelto a poner en marcha para acelerar el viaje de los astronautas hacia la Luna. El Saturno V era la respuesta de la NASA a las pirámides de Egipto. “…

Michael Light. “LUNA LLENA”.