xnem

Lugar de encuentro. En un mundo donde cada vez hay mas pasajeros y menos viajeros. Todas las fotografías de este blog pertenecen a su autor, menos aquellas que así lo indican.

11.25.2009

Nuestros propios pasos.


BLANCO Y NEGRO.

“Viví el Estambul de mi infancia como las fotografías en blanco y negro, como un lugar en dos colores, oscuro y plomizo, y es así como lo recuerdo. Eso se debe en parte a que, a pesar de haber crecido en la penumbra triste de una casa-museo, era muy aficionado a los espacios interiores. Las calles, las avenidas y los barrios lejanos me parecían, como en las películas de gángsteres en blanco y negro, lugares peligrosos. “ …

…”Una parte inseparable de esa textura en blanco y negro de la ciudad son los adoquines de las calles, que me siguen emocionando cada vez que los veo en esas viejas películas. A los quince o dieciséis años, cuando soñaba con ser el pintor impresionista de las calles de Estambul, me complacía sufrir dibujando uno a uno los adoquines. Antes de que los entusiastas equipos municipales los cubrieran despiadadamente con asfalto, “ …


Orhan Pamuk. “Estambul. Ciudad y recuerdos”.

Los adoquines de Beyoglu. Algunos quedan.

Ya les comenté que mis primeros pasos por la ciudad de Estambul, fueron de la mano del señor Pamuk, varios meses antes de partir hacia Turquía. La primera vez que pateamos una ciudad desconocida nuestra mirada no para, va sin tregua en todas direcciones, de las cúpulas a las ventanas, de la gente que camina a nuestro lado a los pájaros del cielo. Cuando uno ya lleva recorridos unos kilómetros y hemos pasado varias veces por los mismos lugares, la mirada empieza a ser distinta, y te das cuenta por ejemplo, que pasaste por una esquina en la que se veía el edificio Chrysler y no alzaste la vista, o que hay una aglomeración en medio de la acera de Times Square y no te paras a investigar. Es entonces cuando llega un momento curioso, en que al caminar solo miras tus propios pasos, y ves que tus pies pisan con normalidad absoluta esa ciudad hasta hace unos días desconocida, como si lo hubieras hecho toda la vida, y te fijas en los diferentes grados de dureza del suelo, en como tus doloridos pies van saltando asperezas y como reaccionan tus músculos a cada uno de los distintos pavimentos. Llega un momento que el bullicio de las calles pasa a un segundo plano, se desenfoca, y solo escuchas el sonido de tus propios pasos.

Santa Sofía.

Eminönu.

Patio de los eunucos negros.
Harén del Palacio de Topkapi.

Salón imperial.
Harén del palacio de Topkapi.


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11.19.2009

Humberto


La noticia del empeoramiento de Humberto nos llegó rodeados de cámaras y en pleno trabajo eufórico en el Atelier, días después seguíamos allí metidos y nos llegó el desenlace fatal.

Almería. Fotografía Humberto Rivas.


Ver trabajar a Humberto era una delicia, tranquilo, metódico, previsualizando siempre aquello que quería hacer ver, y en el caso de los retratos conduciendo al modelo hacia el momento justo que deseaba capturar.
La ultima vez que salimos, estaba embarcado en su proyecto sobre lo que queda de la Guerra Civil, "Huellas", fuimos hasta un bunquer situado en lo alto de una colina en Badalona, localizado el sujeto, dijo “el lugar me gusta, pero hay que esperar como mínimo media hora o tres cuartos, hasta que el sol baje un poco. Lástima no haber traído un ajedrez”. Cuando la luz estuvo a su gusto, colocó el trípode, luego la cámara y miró por el visor, una pareja de jóvenes estaba sentado justo en un extremo del encuadre, tranquilamente se dirigió hacia ellos y les dijo unas palabras, los muchachos se retiraron unos metros, tomó la foto, solo una, nunca tomaba mas, no le hacía falta, con ese simple negativo ya había conseguido la imagen deseada.

Almería. El Cortijo del Aire.

En cierta manera Humberto es un poco culpable de la gestación de este blog. Lo conocía hacía años y era uno de mis referentes fotográficos, vivíamos en la misma ciudad, pero nos conocimos personalmente en Almería en el Cortijo del Aire, en pleno Cabo de Gata. Allí también conocí al tremendo viajero Ja, que tiempo después en otro viaje, esta vez a Málaga, me hizo el blog y se inventó el curioso nombre de xnem.

Camino al Cortijo de los frailes.

Un saludo a Humberto allá donde esté,
seguro que bien acompañado, con su pipa y con un libro de Pessoa cerca.

Pessoa en las manos
Esta especie de locura
Que es poco llamar talento
Y que brilla en mi la oscura
Confusión del pensamiento

No me da felicidad;
Por que, el fin, siempre ha de haber
Sol o sombra en la ciudad
Mas lo que hay en mi no sé.

Fernando Pessoa

Humberto Rivas 14 de julio de 1937 – 6 de noviembre de 2009.

Si quieren conocer mas de la obra de Humberto vean
aqui

y aquí.



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11.13.2009

Estambul. Las casa de madera.


…”Cuando los sultanes otomanos (por las comodidades occidentales, la idea de cambio y el miedo a la tuberculosis), abandonaron el palacio de Topkapi y se instalaron en los nuevos palacios que habían levantado en Dolmabahçe y Yidiz, los visires, grandes visires y príncipes construyeron sus propias mansiones de madera en la colina de Nisantasi, próxima a aquellos lugares. Yo comencé la escuela en el palacete del príncipe Yusuf Izedddin Bajá (Liceo Isik) y la continué en el gran visir Halil Rifat Balá (Liceo Sisli Terakki). Ambos ardieron y fueron derruidos mientras yo estudiaba allí y jugaba al fútbol en sus jardines” …

Orhan Pamuk. “Estambul. Ciudad y recuerdos”.


Casa en venta en Sishane.

Pamuk nos habla largo y tendido, en su descubrimiento adolescente del Bósforo, de la costumbre turca de construir edificios que no sobreviven a sus propietarios, de cómo día si y día también, veía arder hasta desaparecer las formidables mansiones de madera.

Una de las cosas que busqué en mis paseos cotidianos y en el mini crucero por el Bósforo de dos horas, fueron esas antiguas casas de madera. Aún quedan una cuantas, no muchas, su mantenimiento es muy caro y los peligros de incendio evidentes. Tanto los yalis –elegantes villas a orillas del Bósforo- como las residencias de madera son patrimonio y no está permitido destruirlos, así que muchos propietarios los abandonan a su suerte, otros son reconvertidos en restaurantes, “hoteles con encanto” o locales oficiales, con mayor o menor fortuna.

Sultanahmet.

En general Estambul, como Oporto, Lisboa y otras ciudades europeas de pasado esplendoroso, necesitan una campaña como la que se hizo hace años en mi ciudad; “Barcelona ponte guapa”, ayudas económicas del ayuntamiento para la limpieza y mejora de sus edificios, todos sus edificios, no solo aquellos con un cierto valor histórico y arquitectónico.

Mahmutpasa.


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11.09.2009

Postaler 59. Las mezquitas.

Yeni Cami ve Istanbul Liman (1789)
Jean-Baptiste Hilair (Hilare)

Yeni Cami and The Porto f Istanvul (1789)
Jean.Baptiste Hilair (Hilaire)
Watercolor on paper 40.5 x 57.5 cm.
Suna and Inan Kiraç Foundation Orientalist Paintings Collection


Istanbul - Türkiye
Haliçten Süleymaniye Camii´ne bir bakis
Viev of the Süleymaniye Mosque from the Goleen Horn

Serasker Kulesi´nden Süleumaniye Camisi ve Türbesi
Max Schmith (?) (W.H. Barlett´ten)

Süleymaniye Mosque and Tomb from Serasker Tower
(Second half of the 19th century)
Max Schimidt (?) (from W.H. Barlett)
Oil on canvas, 73 x 100,5 cm.
Suna and Inan Kiraç Foundation Orientalist Paintings Collection

Yeni Cami.

Uno de los elementos mas característicos del perfil de la ciudad de Estambul y que mas sorprenden al viajero que llega por primera vez, son sus mezquitas. Su gran número y su belleza. Estilizados alminares que remontan el cielo, cúpulas impresionantes, patios enormes de brillante suelo y sus singulares fuentes para el ritual de las abluciones. Aunque no se confundan una mezquita no es -o no era- solo un edificio de culto, en sus complejos arquitectónicos incluyen medreses (facultades), mausoleos, hospitales, cocinas, baños turcos y lugares de acogida para los viajeros, los denominados caravasar o han.

La mezquita Azul la noche del comienzo del ramadán.

Interior de la mezquita Azul, sus constructores trabajaron
posteriormente en las obras de Taj Mahal en la India.

El muecín convocaba a la oración cinco veces al día desde el balcón del alminar, ahora sustituido por curiosos altavoces, en los interiores de enormes y mullidas alfombras impresionan sobre todo sus lámparas circulares muy bajas y la majestuosidad del volumen interior, adornado con textos de hermosa grafía. Lo que mas me impresionó fue la cantidad de relojes de péndulo europeos que hay en los templos, los horarios de oración son complicados y uno debe interrumpir sus quehaceres diarios para acudir a la mezquita, así que supongo les gusta tener controlada la hora en todo momento o tal vez una moda iniciada por los sultanes que coleccionaban todo tipo de cosas curiosas.

La mezquita Azul desde una ventana de Santa Sofía.

Santa Sofía.

También existe un gran número de iglesias bizantinas que fueron reconvertidas en mezquitas, la mas importante Santa Sofía, ahora con la identidad de museo, es decir hay que pagar entrada y no hay culto. Una vez restauradas conservan las dos identidades, sus minaretes y cúpulas rematadas a lo otomano y su carácter cristiano en pinturas y azulejos.
En Santa Sofía pude encontrar una cosa curiosa, algo común desde que los hombres comenzaron a viajar a tierras lejanas, esa peculiaridad de dejar una huella impresa del visitante, graffitis vikingos en los mármoles de la balaustrada del primer piso.

Santa Sofía.

Santa Sofía.

Coda; graffitis.

Es un tema interesante que voy recopilando poco a poco. Quizá los primeros graffitis son prehistóricos, hay muchas pinturas rupestres que son símbolos, tal vez como carteles de aviso; No pasar, Alto!, Propiedad privada y otros mas extraños que podrían ser el típico Yo pasé por aquí. Que otra cosa es un graffiti sino dejar constancia del paso.
Hace unos años hicieron un estudio serio de los graffitis en el templo egipcio de Debod reubicado en Madrid, es interesante saber en que año pasaron determinados visitantes por allí. En uno de los paseos por NYC en compañía del Profesor, nos reimos mucho leyendo los graffitis del Templo egipcio de Dendur –mandado construir por el emperador Augusto 15 a.C- que pieza a pieza trasladaron a una de las grandes salas del Metropolitan. Q, MIRO, MONNOT, Segato, Maruchi, ABDALA MALTESE, PSGORDEO y un tal LEONARDO entre otros, dejaron su firma con mucha paciencia y tiempo libre.
Cuentan que el italiano Giambattista Belzoni, profanador de tumbas y principiante arqueólogo de métodos particulares, abrió una brecha -que aún existe- en la gran pirámide de Kefrén, para acceder a la cámara real y quedó sorprendido que otro profanador, el hijo del mismísimo sultán Saladino ya se le había anticipado en el siglo XII. Suponemos que semejante dato no es posible si no dejó su firma en algún muro.

Santa Sofía.

Metropolitan Museum of Art. NYC.
Templo de Dendur.

Los graffitis en el templo de Dendur.

Mas fotografías de los templos mencionados aquí.


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11.03.2009

Postaler 58. Grande rue de Pera.

Beyoglu, Galatasaray 1930.

Istanbuk -1. Istiklâl caddesi – Grande rue de Pera.

Ya les conté el viejo truco de visitar ciudades para ver lo que ya no está. Lo gracioso es que buscando aquello que desapareció, uno encuentra cosas que había en su propia ciudad o en su propio barrio, y que ya hace mucho que desaparecieron. También encuentra cosas muy interesantes, retazos de lo que en su día fue la novedad, lo popular o lo que se quería fomentar como lo último. La gran novedad.

En la habitación del hotel -Hotel Pera Rose- tenía una fotografía muy parecida a la primera postal. La Grande rue Pera en todo su esplendor, con sus tranvías, sus turistas, sus grandes vehículos, su urbano en medio de una isla, sus turcos occidentalizados, sombreros de los años veinte, sus cines, su publicidad, se ve claramente todo el trabajo que les costó intentar hacer de Estambul una nueva Paris. El reloj marca las 12,35 horas.

Tünel Meydani Karaköy 1909
The Tunnel Square Karaköy

Constantinopla – Galata
Place du Tunnel.

Es curioso que comprara estas postales en esta misma plaza, en el negocio que hay junto al que pone Stein, a la izquierda y que no aparece en cuadro. Aquí aún no se ven autos, pero si esos taxis de caballos denominados simón. Muchos turcos con el fez y un magnífico canotier, por supuesto en esos años no podía faltar un inclinado porteador de dolorida espalda, trasportando pesados bultos, los turistas subían a los hoteles en su simón y el porteador traía la carga a pie. Antes de los camiones y las furgonetas los bultos se desplazaban a tracción de sangre, humana.

La plaza del Tünel.

Beyoglu. Travesía de la Grande rue Pera, ahora Istiklâl caddesi.

La estación junto a Kennedy caddesi.

El último día terminábamos con una larga vía de tren. Bueno los trenes que durante nueve años vi y oí pasar por esa vía de Can Tunis eran muy parecidos a esta máquina. Los recuerdo de color azul, llevaban potasa y otras sales minerales desde las minas de Súria y Cardona hasta el puerto, en vagones de madera. En ocasiones la carga eran granos de maíz y algunos se colaban por las esquinas agujereadas, al vecino de esa misma barraca le faltaba tiempo para sacar a sus gallinas a comer a la vía.

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